Las ventas de Epson siguen en caĆda libre
La suerte de la compañía Epson Ibérica, situada en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), dio un vuelco el año pasado y bajó de 84,7 a 77 millones de euros. Semejante magnitud significa que la firma ha entrado en el túnel del tiempo para regresar a los niveles de giro que contabilizaba cuatro lustros atrás. La compañía cerró su ejercicio fiscal 2013/2014 el pasado 31 de marzo, con un resultado neto positivo de 599.000 euros. En el periodo precedente no hubo beneficio alguno, sino pérdidas de 396.000 euros.
Epson alcanzó su cima en 2005, con una facturación de 196 millones y ganancias de 2,9 millones. A partir de ahí las ventas se debilitaron año tras año. Sumaron 146 millones en 2008, 112 millones en 2010 y 98 millones en 2012. Desde los máximos de 2005, los ingresos de la compañía se han hundido un 57%.
Epson, de capital japonés, se constituyó en 1986, mediante la toma del capital de la firma SA Tradek Internacional, de Barcelona, fundada ocho años antes por Ramón Ollé Ribalta, que venía distribuyendo los productos de la marca nipona en España. La casa matriz designó a Ollé presidente y director general de Epson Ibérica, cargos que mantuvo hasta finales de 2007, cuando cesó por jubilación. Luego tomó el mando Juan Coromines Campí, quien en 2014 fue sustituido por Ernest Quingles Blasi.
La firma se dedica a comercializar proyectores, escáneres y materiales consumibles. El año pasado externalizó sus actividades logísticas, cerró el almacén de Cerdanyola y presentó un expediente de regulación para 23 empleados, que ha adelgazado la plantilla hasta las 148 personas.