Las tiendas La Sirena perdieron 57,5 millones en el último ejercicio, diez veces más que en el anterior
La compañía La Sirena Alimentación Congelada contabilizó un quebranto de 57,5 millones de euros en su último ejercicio fiscal, cerrado el pasado abril. Dicho resultado multiplica por diez el del ejercicio precedente, que se cifró en 5,7 millones. El resultado de explotación fue asimismo negativo por importe de 55 millones.
Desde 2008, La Sirena ha registrado pérdidas en seis ejercicios y ganancias en sólo uno, con un saldo conjunto de 110 millones en números rojos. En dicho plazo, las ventas cayeron de 165,7 a 145,9 millones. La empresa explota unas 230 tiendas en Cataluña y la Comunidad de Madrid.
La historia reciente de la casa está marcada por el traspaso que los dueños y fundadores, las familias Cernuda Canelles y González Solé, realizaron en el año 2000 a favor del conglomerado Agrolimen, perteneciente a la saga Carulla Font.
A su vez, Agrolimen dio en 2005 el pase y transfirió el negocio al fondo británico 3i, por 150 millones de euros. Esta cantidad se financió en parte con recursos propios y en parte con créditos bancarios, que a continuación 3i endosó a la propia Sirena.
Precisamente en esta aciaga operación se encuentra el origen de los problemas que la firma ha atravesado desde entonces, pues La Sirena hubo de pechar con una carga financiera que devoraba todos los resultados.
En 2013, 3i abandonó toda esperanza de obtener rentabilidad de su filial y se la regaló al equipo dirigente, encabezado por Francesc Casabella. Por fin, el pasado octubre, los directivos endosaron el negocio al grupo de capital riesgo británico Opcapita, por un precio simbólico.