Las matemáticas entregan el futuro de España a los catalanes indecisos
La tabulación conjunta de los sondeos de Telecinco, La Razón, Economía Digital y del último CIS, con 6.700 respuestas, sobre el 27S aguan la mayoría absoluta a Junts pel sí, pero garantizan que la secesión la decidirá la CUP si no aflora el 30% de voto oculto
En el mejor de los casos, el 40% de los catalanes que tienen decidido el voto entregarán el sufragio a Junts pel sí (JPS), la lista unificada de Artur Mas y Oriol Junqueras cuyo objetivo es «desconectar» en 18 meses a Cataluña de España. La tendencia parece aún más clara si se tabulan conjuntamente las respuestas de las últimas tres encuestas conocidas con, a su vez, los resultados del CIS más reciente.
Las fuerzas políticas manejan otro dato. Aparece en la letra pequeña de los estudios y cobra una importancia capital debido a que no se reduce en ningún sondeo a medida que se consume la campaña: hasta el 29,8% mantiene oculta su decisión, hecho que podría provocar un descalabro la noche electoral.
El notorio grupo queda al margen del cálculo de la intención de voto, por lo que el reparto final del Parlament sigue abierto.
Casi tantos indecisos como votantes de JPS
La movilización de éstos, uno de cada tres electores, que decidirán ante la soledad de la urna, es el único fenómeno que podría frenar el separatismo que persiguen JPS y CUP. Si todos fueran a votar y apoyaran las mismas siglas, ese hipotético grupo parlamentario irrumpiría por encima de Ciutadans y soplaría en la nuca al resultado de Mas y Junqueras.
Se trata de una bolsa que, dado que hay tres opciones que concurren por primera vez, los especialistas ven arriesgado reasignar, fenómeno conocido como «cocinar», basándose en comportamientos anteriores.
La situación recuerda al voto oculto que dio por sorpresa la mayoría absoluta al conservador David Cameron en las últimas elecciones del Reino Unido. En Cataluña, las candidaturas intentarán minimizar el efecto inesperado. Ninguna encuesta vio venir a Cameron, como tampoco supieron predecir correctamente la eclosión del SNP, el partido nacionalista escocés.
El escenario demoscópico es comparable, según los expertos consultados, al catalán (salvando las particularidades del sistema de elección inglés, mayoritario y basado en pequeñas circunscripciones).
Hasta que se cuente la última papeleta, la alternativa pasa por bucear más en los datos conocidos. En el ecuador de la campaña electoral, se han publicado tres encuestas encargadas por otros tantos medios de comunicación: La Razón, Telecinco y Economía Digital. Habrá más.
Las empresas demoscópicas responsables de ejecutarlas –NC Report, Sigma Dos e Instituto Opinòmetre, respectivamente— han utilizado idéntica metodología en el trabajo de campo.
Se ha desarrollado en días coincidentes (escenario informativo homogéneo), por teléfono (sistema CATI) y obteniendo una muestra similar y proporcional al peso de las cuatro demarcaciones electorales. Las tres otorgan un margen de confianza del 95% y en todos los casos el error está por debajo del 3%, dentro de los mejores estándares demoscópicos internacionales, situados en el 3,2%.
El independentismo resiste por la mínima
La aritmética pura permite, por tanto, cruzar los estudios para afinar el resultado aunque el margen de confianza cae con fuerza. Con las cauciones que ello conlleva, se puede extraer una radiografía evolucionada de la intención máxima de voto, al margen de la enorme bolsa de indecisos, y deducir cuál es el techo de cada partido.
El resultado conjunto da en el mejor de los casos 69 electos a la suma de JPS y CUP y, por tanto, el independentismo superaría su propio listón de 68 escaños. Al mismo tiempo, la nueva tabulación corrige los resultados de Ciutadans a 21 representantes, los de Catalunya sí que es pot a 18, los de PSC a 15, los de PP a 13, los de CUP a siete y, finalmente, los de Unió a tres como máximo.
Esta última formación se beneficiaría sin matices de la ley d’Hondt, como en su día pasó con Ciudadanos y CUP. Sus irrupciones fueron también con tres escaños, aunque apenas superaron el mínimo regulado del 3% de los votos depositados. Las cifras fluctuarán a medida que los indecisos se animen a responder y… a votar.