Freixenet da el salto a Barcelona con Tannic
El grupo invierte 250.000 euros en su primera tienda, con la previsión de abrir otro establecimiento en una zona más turÃstica de la ciudad y tejer una red comercial tanto en España como en el extranjero
Barcelona es una ciudad cosmopolita, una marca en sí misma y una referencia que vende. Freixenet lo sabe y, por eso, ha dado el salto a la capital catalana de la mano de una nueva marca: Tannic. El grupo catalán ha abierto su primera tienda fuera de las cavas que tiene en Sant Sadurní d’Anoia.
Un primer local fuera del centro
Aunque la ubicación elegida no es muy céntrica, sino más bien una zona residencial de la ciudad –en el distrito de Sarrià– la compañía no descarta, en breve, abrir otro establecimiento en una área más turística y con mayor afluencia de gente.
«Queremos explicar al mundo lo que es Freixenet. Tenemos 22 bodegas en tres continentes. Y este espacio gastronómico se ha abierto para que la gente venga a comprar nuestros productos incluso los más especiales que cuestan encontrar en el mercado», han explicado fuentes de la compañía a los medios en la presentación del primer Tannic de la capital catalana.
100.000 euros en el primer año
De momento, en el establecimiento se pueden encontrar 150 referencias distintas de vinos, cavas y champagne. La firma catalana ha invertido en el local de 90 metros cuadrados 250.000 euros y prevé una facturación en el primer año de vida de 100.000 euros. «Queremos hacer catas de vinos y algunos talleres», detallan los mismos interlocutores.
Asimismo, el grupo tiene previsto abrir más espacios Tannic no sólo en Barcelona, sino también en otras ciudades de España e incluso en el extranjero. «Primero tenemos que ver cómo funciona este espacio antes de decidir abrir más, pero esperamos que haya un segundo en Barcelona y después también otro en Palma de Mallorca y en Madrid. Y por soñar, pues también en Londres y París», ha matizado el director de comunicación de Freixenet, Pedro Bonet.
De una agencia de viajes, a espacio gastronómico
Antes, en el local donde Freixenet ha abierto su primer espacio gastronómico había una agencia de viajes. En concreto, se trataba de una oficina de la agencia Sonoma, también del grupo cavista. «Queríamos sacarle partido a este espacio. Estaba cerrado desde abril y hora la tienda ya es una realidad. Estamos muy orgullosos», subraya Bonet.
Sin embargo, la agencia que antes ocupaba este hueco no ha cerrado para siempre, sino que se ha trasladado apenas unos metros de distancia. Está en el mismo paseo San Juan Bosco, pero ha cambiado el número 41 por el 51.