Ezentis nada en pérdidas, mientras su presidente se dobla la paga
Son incontables los privilegios de que disfrutan los altos directivos de las compañías cotizadas en bolsa. Abarcan seguros de vida y de accidentes, coches de empresa, viajes gratis total, ágapes sin tasa, contratos blindados y otras prerrogativas varias. Ser miembro del consejo o desempeñar cargos de responsabilidad equivalen a tener sufragada media existencia.
En el mundillo bursátil hay de todo, pero las grandes sociedades encierran una característica bastante común. Consiste en que los consejeros que a la vez son ejecutivos, se pegan la vida padre sin desembolsar un céntimo de su propio bolsillo.
Así ocurre en la firma madrileña Ezentis, antes llamada Avánzit, fruto a su vez de la integración de Telson y Radiotrónica. La trayectoria de Ezentis está salpicada de denuncias de la Fiscalía y de penas de cárcel a alguno de sus mandamases por apropiación indebida. Hoy, no parece sino que en esa compañía aten los perros con longaniza.
La entidad se dedica a instalar redes de telefonía y televisión, así como a rodar filmes y otros productos audiovisuales. Sus cuentas arrojan una gavilla de pérdidas. Las del año pasado se doblaron con creces, al pasar de 19 a 40 millones de euros.
Este éxito en la gestión llevó a su presidente Manuel García-Durán, ex líder de Telefónica Media y mano derecha del infausto Juan Villalonga, a duplicarse la paga hasta cerca de un millón de euros. Fernando González, consejero delegado, se aplicó un alza menos espectacular de un 48%, hasta rozar los 365.000 euros.
García-Durán tiene a su servicio un coche de empresa. González, no. Pero como tampoco es cuestión de que el primer ejecutivo se mueva en metro por la capital, Ezentis ha acordado abonarle para sus traslados la fruslería de 19.000 euros mensuales.