Así un estudiante puede dar el salto a una gran multinacional
Los jóvenes talentos han encontrado una fórmula para transformar sus ideas y materializarlas en proyectos en las empresas más punteras
El valor de una idea es incalculable y cuando se materializa, su impacto es irreversible. Las grandes empresas lo saben y no dudan en fichar para su equipo a jóvenes que son capaces de ello. La empresa tecnológica Induct lleva cuatro años fomentándolo, para lo que ha creado más de 100 proyectos para instituciones y multinacionales. Parte de ellos se han llevado a cabo junto a 140 alumnos de Barcelona con un mecanismo que, a priori, parece sencillo: exprimir el potencial de los estudiantes y conectarlo con las necesidades de las grandes corporaciones. La iniciativa nacida en Oslo se inspira en el espíritu de los garajes de Silicon Valley (California) y en los proyectos I+D colaborativos.
En concreto, Induct ha logrado en cuatro años que 30 empresas de educación, salud, turismo y del sector público «revolucionen» sus productos y funcionamiento interno. Firmas como Mango, los laboratorios Bayer y Esteve han sido algunos de los socios más reconocidos. Del mismo modo, la consejería de Gobernación de la Generalitat o el Instituto Catalán de la Salud (ICS) han formado también parte de la cartera de instituciones con las que ha trabajado.
Mango o Bayer forman parte de la cartera de empresas con las que Induct ha trabajado codo con codo
La fórmula Induct radica en la combinación de sus dos ejes principales. Primero, su método de trabajo y, seguidamente, una plataforma software. Así, estudiantes de ciclos superiores -masters internacionales y escuelas de negocio y diseño de Barcelona- aceptan el reto de las grandes empresas de mejorar o crear un producto de la casa. La opción ganadora termina incorporándose al proyecto o, en su defecto, recibe una recompensa económica.
La compañía cuenta ya con 50 empleados repartidos por todo el mundo. El presidente del consejo asesor, Henry Chesbrough, fue el creador del concepto open innovation, una nueva cultura del trabajo que permite a las empresas sobrepasar los límites de su organización.
Induct cuenta ya con 5o empleados repartidos por todo el mundo, también en Barcelona
Desde octubre de 2012, Induct también se ha afincado en Barcelona. Aquí, sus socios fundadores, Ignasi Clos y Joan Ras, no paran de crear comunidades de innovación transversales. Ras explica que el objetivo de la compañía reside en que “los alumnos, a través de las empresas, puedan enfrentarse a problemas reales” de una forma que “va más allá de los números”.
«Los trabajadores dejan de ser propiedad de su jefe»
Una de las señas de identidad de Induct es haber repensado el modelo organizativo en red. La estrategia de la firma es reenfocar las empresas hacia un modelo con pocas jerarquías y equipos pequeños que toman decisiones autónomas, en las que «se estimula y se promueven las ideas del talento interno de las organizaciones»
Este sistema ya funciona en la farmacéutica Sanofi, la estación andorrana de esquí Grandvalira, las cavas Vallformosa o la Escola Joviat. Un modelo que, en palabras del project manager de Induct, no deja lugar a dudas: “Las organizaciones que destinan entre el 3 y el 5% de su presupuesto a la innovación crecen tres veces más rápido que las que no lo hacen». Asismismo, Clos hace referencia a los datos de la encuesta mundial de innovación de PWC de 2013, en la que asegura que dentro de ese porcentaje entran las comunidades de innovación y colaboración para el desarrollo de proyectos de innovación, «implicando tanto a los propios profesionales internos como a agentes externos de las organizaciones”, sostiene.
El Project Manager de Induct, Ignasi Clos, y el CEO Joan Ras, en el loft de la firma, en el distrito de Gràcia de Barcelona
De la misma forma, Clos sostiene que “el 40% del talento joven quiere trabajar para empresas innovadoras y entornos colaborativos”, según un estudio de la consultora de recursos humanos People Matters que además asegura que las empresas que invierten en este sector incrementan la implicación de sus trabajadores.
Retar al cáncer
Aplicando técnicas creativas inspiradas en el design thinking, uno de los últimos proyectos de Induct trabaja para el fomento de la innovación en la prevención y el tratamiento contra el cáncer. La Fundació Oncològica de Cataluña (FOC) desafió a los estudiantes de la UPF a concienciar sobre el consumo de tabaco y, al mismo tiempo, recaudar fondos para ayudar a pacientes con cáncer.
La respuesta no se hizo esperar. Bajo el eslogan Tens Foc? El tabac que dóna vida, nació la campaña de cuatro estudiantes que idearon repartir paquetes de tabaco cuyos cigarrillos contenían tierra y semillas para plantar flores. La propuesta contribuía económicamente con la FOC y convertía los cigarrillos en artículos que generan vida, en lugar de destruirla.