Bionix pone las ‘etiquetas inteligentes’ al alcance de las pymes

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Bionix pone las ?etiquetas inteligentes? al alcance de las pymes

Esta startup gallega desarrolla y fabrica equipos y soluciones a medida para que las pequeñas y medianas empresas puedan beneficiarse de la tecnología RFID

Hasta la fecha, la tecnología de localización por radiofrecuencia (RFID) se ha relacionado con grandes proyectos solo al alcance de las multinacionales de la industria, la logística o la distribución. Bionix Supplychain Technologies ha dado la vuelta a esa idea. Esta startup gallega fundada en 2017 diseña y desarrolla proyectos a la medida de las necesidades de las pequeñas y medianas empresas (pymes). Con una inversión muy contenida es posible acceder a las ventajas que brindan las etiquetas inteligentes.

Bionix ofrece soluciones Item Intelligence, o de etiquetas inteligentes, que permiten a los negocios tener una visibilidad y control total sobre su inventario, la cadena de suministro o el flujo de operaciones, con una trazabilidad completa de cada uno de las unidades producidas o distribuidas. Esto se traduce en importantes incrementos de eficiencia y reducciones de costes. En el caso de la distribución puede también contribuir a mejorar la experiencia de compra de los clientes.

«La gente tiende a identificar RFID con grandes inversiones. Nosotros hemos logrado que esto ya no tenga que ser así. Diseñamos e implementamos proyectos que pueden estar al alcance de una simple tienda, pero también trabajamos en proyectos más grandes. Tener desarrollo y medios de fabricación propia nos permite esa flexibilidad», explica Jacobo Penide, CEO de Bionix, quien asegura que la inversión, que puede ir de los 1.500 a los 150.000 euros, puede estar amortizada en un año.

El primer laboratorio de certificación de etiquetas RFID de España
Los sectores de distribución, industrial y salud son los principales focos de interés de Bionix, que ya ha culminado la primera fase del desarrollo de su plataforma tecnológica, que presentará próximamente en ferias en Alemania y Estados Unidos. Cuenta ya con proyectos implantados en empresas gallegas del sector de la distribución de moda, y en su sede de A Coruña está poniendo en marcha el que será el primer laboratorio de certificación de etiquetas RFID de España.

Bionix colabora muy activamente con GRADIANT Centro Tecnológico de las Telecomunicaciones de Galicia para el desarrollo de su tecnología, y diseña y manufactura todos los equipos necesarios para implementar una solución RFID completa. Además, ha desarrollado su propia plataforma cloud y una app móvil para Android e IOS que permite una gestión ágil y eficiente de los inventarios.

La firma forma parte de la RAIN RFID Alliance, una organización internacional que tiene como objetivo favorecer la implantación de esta tecnología en los diferentes mercados.

Experiencia y juventud
Jacobo Penide, ingeniero con más de 20 años de trayectoria en la puesta en marcha de proyectos tecnológicos y expansión internacional de negocios, lidera Bionix. Le acompaña un pequeño equipo de jóvenes ingenieros y especialistas en ciencias de la computación, telecomunicaciones y sistemas eléctricos y electrónicos.

El plan de negocio de la compañía prevé alcanzar los dos millones de euros de facturación en 2022, una pequeña porción del enorme pastel que, según los expertos, constituye el mercado mundial de las tecnologías RFID: más de 10.700 millones de dólares actualmente y 15.700 millones en 2028, solo en los sectores de la distribución, la industria y la salud. «Nuestra diferenciación y nuestros vectores de crecimiento son la tecnología propia, la fabricación y la apuesta por poner las ventajas de RFID al alcance de las pymes. Ahí tenemos mucho terreno para crecer», remacha Penide.

La tecnología RFID
Con la tecnología RFID los objetos se comunican entre sí, utilizando para ello ondas de radiofrecuencia. El sistema consta de tres elementos fundamentales: un chip donde se alberga la información sobre el producto, una antena que transmite esa información y una etiqueta que soporta el chip y la antena. Además, se emplean lectores que emiten ondas de radiofrecuencia para activar la lectura de la información que contiene la etiqueta. Esta puede simplemente identificar el producto, con datos como modelo, color, talla, unidades, etcétera, o contener información adicional relacionada con la trazabilidad y la producción, como número de lote, fecha de consumo preferente o caducidad.

Todo esto resulta muy útil en logística, pues hace posible un control total del stock, y en cualquier negocio donde la localización y trazabilidad de los objetos sea clave para la eficiencia de los procesos. Se estima que con las etiquetas inteligentes es posible obtener mejoras del 40% en gastos operativos y de hasta un 98% en precisión del inventario.

Fuente Comunicae

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