Avilsa, especialista en taquillas y cabinas sanitarias, expone las claves de un buen vestuario
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El vestuario de una instalación deportiva, de un balneario o de un centro laboral, educativo u hospitalario es uno de los espacios funcionales más importantes de dichos entornos. Por esa razón, la higiene, la pulcritud en la limpieza de las cabinas sanitarias y de las duchas, el confort del mobiliario, la calidad de los materiales constructivos y la seguridad de las taquillas son algunos de los aspectos que los usuarios tienen en cuenta a la hora de valorar positivamente un negocio
Avilsa, empresa experta en la construcción de taquillas y cabinas sanitarias, considera «indispensable» proporcionar un vestuario «funcional, higiénico, confortable y capaz de garantizar un entorno seguro y saludable«. De esta forma, es más sencillo ganarse la confianza y satisfacción de clientes y usuarios de gimnasios, instalaciones deportivas, centros sanitarios, escolares o laborales.
Para aumentar la limpieza y salubridad y evitar la proliferación de focos bacterianos en estas áreas es muy importante elegir un mobiliario construido con materiales capaces de resistir las altas temperaturas y la humedad del ambiente. Parte de ese equipamiento son las taquillas de vestuarios, las cabinas sanitarias de separación y las duchas, espacios comunitarios que deben cumplir las normas mínimas de salud e higiene exigidas por la Unión Europea.
Para ello, Avilsa señala que es fundamental apostar por la instalación de cabinas sanitarias y taquillas fenólicas, fabricadas con laminados revestidos de materiales duros y pulidos que no se estropean y que son capaces de absorber la humedad, resistir el calor extremo y plantar cara a las bacterias. «Es la mejor manera de proteger cualquier vestuario de agentes externos. Son las opciones más seguras e higiénicas para entornos especialmente sensibles y antisépticos, que es el caso de los hospitales», anotan desde esta empresa.
Además, el laminado fenólico es hidrófugo, repele todo tipo de microorganismos y ofrece una serie de ventajas, tales como la amplia gama de diseños disponible, la fácil instalación y limpieza, la ausencia de mantenimiento y el bajo coste. «Son numerosos los profesionales y particulares que apuestan cada día por este material», subrayan desde Avilsa. El motivo, aclaran, tiene que ver con la limpieza: «Cuando utilizamos un vestuario buscamos la mayor pulcritud posible y este material la ofrece». A ello hay que sumar otros factores no tan orientados al cliente o usuario final, sino vinculados al bolsillo: «No requiere mantenimiento y el coste es reducido, tanto a la hora de comprarlo como de instalarlo».
Fuente Comunicae