Arabia Saudí espera acoger 70 millones de turistas en 2030
El ministro de Turismo de Arabia Saudí ha señalado que el sector turístico en su país ha crecido un 56% desde 2019 y que espera duplicarse en 2032
El presidente del comité ejecutivo de la agencia de Turismo de Naciones Unidas y ministro de Turismo de Arabia Saudí, Ahmed Al Khateeb, ha asegurado en una entrevista para ‘El País’ que su país acogió a más de 27 millones de turistas en 2023 y que esperan llegar a los 70 millones de visitantes en 2030 y situarse entre los cinco países más visitados del mundo.
Las regiones que más crecimiento están experimentando a nivel turístico son Oriente Medio, con un 22% en 2023 respecto a 2019, seguida de Europa que ya se ha recuperado hasta el 94% de las cifras prepandémicas. En Oriente Medio, destaca Arabia Saudí, que cuenta con un crecimiento del 56%, y espera hasta duplicarse en 2032, como apunta Al Khateeb en la entrevista.
Desde el lanzamiento de Vision 2030, Arabia Saudí está más abierta que nunca a recibir a personas de todo el mundo. Con la introducción del visado electrónico en 2019, millones de visitantes se han sentido atraídos por el Reino, lo que ha contribuido a crear empleo y a impulsar el crecimiento económico local. Las inversiones millonarias de 746.000 millones de euros en nuevos destinos y proyectos como Neom han resultado en que el Reino ya haya superado las cifras turísticas de 2019, de la misma forma que España.
El ministro de turismo ha querido hacer hincapié en que este crecimiento ha de ir acompañado de un especial cuidado con el medio ambiente. En la entrevista, ha instado a la necesidad de que todos los estados que forman parte de UN Tourism y responsables de turismo desarrollen regulaciones y políticas que protejan el medio ambiente, especialmente en cuestiones como el desperdicio de alimentos y agua, así como en la preservación de arrecifes de coral y los bosques.
En esta línea, también ha querido resaltar la importancia de hacer frente al desafío de la masificación turística. Ha apuntado a la capacidad limitada de los países y el deber de no recibir más personas de las que el territorio es capaz. Para ello es crucial una estrecha colaboración con las compañías aéreas, con los hoteles y con otros actores del sector, que puedan garantizar que los turistas sean conscientes de cómo pueden respetar el entorno, el medio ambiente y los espacios de la zona.