2020, el año del auge del entorno colaborativo en el Real Estate, según Vitrio
/COMUNICAE/
El binomio de colaboración más tecnología como respuesta a las necesidades de las nuevas generaciones que buscan el networking, el emprendimiento y las relaciones personales
La economía colaborativa es un término que cada vez se incluye más en las conversaciones cotidianas. Su auge en los últimos años ha impactado con fuerza en sectores como la movilidad, donde ya es una realidad el car sharing o la petición de choferes privados bajo demanda, el consumo, habiendo una gran variedad de plataformas donde comprar y vender artículos de segunda mano o, como no, en el sector del Real Estate.
La importancia de este nuevo sistema es tal que el pasado 16 de enero se celebró la «Cumbre del Foro Internacional sobre Economía Colaborativa de Pekín: mayores intercambios, nueva economía», en el que se debatió sobre la gran era de la economía colaborativa o el desarrollo de las empresas unicornio, entre otros. Y es que esta nueva visión de negocio y forma de vida es también una herramienta potente para el impulso de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible.
En el mundo inmobiliario, el entorno colaborativo se potencia también con el auge del Proptech. Así, la sinergia de estos dos factores (colaboración + tecnología) está revolucionando la forma en la vivimos y trabajamos, con nuevos conceptos como el coworking o el coliving, hasta tal punto que el sector del alojamiento es uno de los sectores de la economía colaborativa que más ingresos genera, con un total de 1.150 millones de euros, según lo indican datos de Statista. Así, tras algunos años de expansión y evolución, se prevé que el 2020 sea el año de mayor consolidación para el Real Estate colaborativo, y los expertos de la plataforma inmobiliaria Vitrio arrojan ahora luz sobre el porvenir de estas nuevas forma de vivir, trabajar e incluso de relacionarnos.
Coworkings cada vez más especializados
Si bien el modelo de coworking es ya bien conocido, no ha perdido importancia. Un informe de Deskmap prevé que este año la cifra de espacios de coworking llegue hasta 26,300 a nivel global, lo que implicaría un 195% más de la cifra registrada en 2015. Estos espacios han ido evolucionando según los hábitos y necesidades de sus usuarios en el entorno laboral, tendiendo cada vez más a una sinergia entre la vida profesional y social, la integración de tecnologías y la creación de espacios especialmente dedicados a empresas de un sector concreto, que surge como alternativa para que puedan trabajar en soluciones innovadoras, más allá de las oportunidades de networking.
Llega el concepto «residencia de empleados» o coliving
De la misma forma, y como extensión del coworking aparece un nuevo fenómeno residencial: el coliving, una tendencia de «convivencia» que junta vivienda y espacio de trabajo compartido. Creada con el público millennial en la mira, y dedicado más específicamente a los perfiles emprendedores. Este nuevo formato busca dar solución a la escasez de vivienda y a los nuevos hábitos de comportamiento, modelos y formas de trabajo.
Sus instalaciones se suelen ubicar en las zonas del centro de las ciudades principales, como Madrid y Barcelona en España y comprenden desde habitaciones con baños privados o compartidos hasta zonas comunes recreativas, gimnasio, lavandería y otras inspiradoras donde los residentes pueden socializar y compartir experiencias; además, ofrece servicios tipo-hotel con limpieza periódica, suministros incluidos en la mensualidad y otros servicios extra. Pero su objetivo final es responder a la necesidad que tienen los perfiles profesionales como freelance o emprendedores -principalmente extranjeros que buscan una vivienda más allá de un entorno de trabajo- de un espacio único en el que poder vivir, trabajar y hacer networking, a falta de una oficina y un equipo. Se presenta entonces el «coliving» como un concepto parecido al de «residencia de estudiantes» pero enfocado hacia una «residencia de profesionales» que quieren construir comunidad.
Esta tendencia, que se espera que aumente y se expanda durante el año 2020, ofrece además altas rentabilidades para los arrendatarios, pero también tiene limitaciones; y es que, en España, todavía no hay una regulación clara para este tipo de vivienda, factor que podría reducir su crecimiento.
El Proptech y la colaboración para conectar personas y servicios
Más allá de los nuevos espacios que se amoldan a los hábitos de la sociedad, la economía colaborativa impacta en el Real Estate, que sigue sacando partido a las nuevas tecnologías e impulsando los servicios ofrecidos por empresas Proptech. Cada vez es mayor la variedad de apps y plataformas que permiten alquilar alojamientos vacacionales de particulares a distancia, alquilar, comprar una vivienda o conseguir un compañero de piso mediante el móvil y sin necesidad de intermediarios, contratar un servicio de limpieza a través de páginas web o conectar a aquellos que estén interesados en un servicio con otros particulares o empresa que lo ofrecen, y mucho más. Incluso, se puede ya invertir en inmuebles mediante plataformas de crowdfunding y con cantidades de inversión pequeñas y asequibles.
Así, el año 2020 del ladrillo vendrá marcado por una consolidación aún mayor del entorno colaborativo y el fuerte impacto de los servicios tecnológicos e innovadores ofrecidos por las empresas Proptech.
Fuente Comunicae