10 respuestas a preguntas trampa para entrevista de trabajo
Responder bien en una entrevista de trabajo no es sencillo debido a la situación de presión. Estas son algunas claves para afrontar preguntas clave que suelen emplear los reclutadores
Nada es baladí en una entrevista de trabajo. Los reclutadores suelen ser expertos o, al menos, tener mucha experiencia en la selección de personal, por lo que todas sus preguntas están orientadas a conocerte mejor y saber que tu perfil encaja con el puesto ofertado. Llevar preparadas las respuestas a preguntas trampa para entrevista de trabajo te dará mucha ventaja.
Al mismo tiempo, es una situación de presión para el candidato, por lo que puede responder de manera inadecuada, quedarse en blanco o no saber cómo actuar ante las preguntas.
Respuestas a preguntas trampa para entrevista de trabajo
Ir bien preparado, informarte sobre la empresa y el puesto, es un ejercicio básico para encarar bien la entrevista. Aquí te indicamos cómo orientar tus respuestas en algunas de las preguntas trampa que suelen utilizar los reclutadores.
¿Qué esperas de este trabajo?
Seguramente esperes un sueldo, pero el entrevistador busca algo más.
“Me gustaría aportar algo positivo a la empresa y crecer profesionalmente”, es una buena respuesta.
¿Cuál es tu mayor defecto?
Evita decir que eres muy perfeccionista, suena impostado. El reclutador pensará que le estás mintiendo o que dices lo que crees que quiere oír.
“En ocasiones soy algo competitiva”, es una mejor respuesta.
“Me vuelco con los proyectos y me enfado si no salen tan bien como esperaba”, también serviría.
¿Dónde te ves dentro de diez años?
El reclutador pretende saber si tienes objetivos claros, pero también puede deducir que buscas un trabajo de transición, lo que pondría en cuestión tu compromiso con la empresa.
“Me gustaría tener un trabajo estable y que eso fuese compatible con aprender y crecer como profesional y como persona”, podría ser una respuesta.
Aunque debes modularla con los conocimientos que tengas de la empresa.
¿Te llevas el trabajo a casa?
Pon límites y sé flexible. Los reclutadores no quieren un trabajador abnegado y, si eso es lo que buscan, quizá deberías plantearte si es la empresa adecuada.
“No me llevo el trabajo a casa, aunque entiendo que puede ocurrir puntualmente en picos de trabajo o proyectos que puedan requerir un sobreesfuerzo. Creo que lo ideal es que los trabajadores seamos un poco flexibles, pero que la empresa lo recompense cuando ha habido un sobreesfuerzo”.
¿Te consideras preparado para este puesto?
Esta pregunta mide tu nivel de confianza, pero también el conocimiento que tienes sobre el puesto. Debes remarcar aquellas cualidades que crees que se adecúan a tus funciones y ser sincero respecto a aquellas que te van a costar más.
“Tengo confianza en que puede aportar algo positivo y mejorar progresivamente”, es la idea que te conviene transmitir.
¿Cuáles son tus aspiraciones salariales?
Nada va a cambiar por tu respuesta, pues la empresa ya tiene asignadas las horquillas de retribuciones, que estarán reguladas por un convenio colectivo sectorial o propio. Si conoces el salario medio de la empresa para tu puesto será una información de mucha utilidad para afrontar con seguridad esta pregunta. Si no lo sabes, puedes destacar que aspiras a comenzar con el salario habitual para tu puesto e ir creciendo a medida que muestres tus capacidades.
¿Qué haces cuando consideras que tu jefe no tiene la razón?
Pues decírselo, claro. Es importante que transmitas el máximo respeto por tu jefe, pero que eres proactiva a la hora de detectar errores o proponer mejoras. En este caso, lo ideal es que señales que entiendes que tu jefe conoce mejor el oficio y la empresa que tú, pero que consideras que debes informarle cuando crees que hay algún error para que lo tenga en consideración y aceptar la decisión que tome.
“En tiendo que también es una forma de aportar a la empresa, siempre que se haga con respecto y sin crear mal clima”, podrías añadir.
¿Cómo te describirían los demás?
Es una pregunta que puedes salvar fácilmente si tienes cartas de recomendación remitiéndote directamente a ellas. Si no las tienes, lo mejor es que ensalces la importancia que das al compañerismo y a que haya un buen clima laboral.
¿Cómo respondes bajo presión?
Sé sincero. Destaca que siempre es más difícil trabajar bajo presión y que es más fácil que haya errores en esas situaciones, pero que eres profesional y que estás acostumbrado a afrontar esos momentos.
¿Qué opinas de tu anterior jefe o empresa?
El reclutador no busca que rompas en halagos hacia tu trabajo anterior y, desde luego, mucho menos que lo ataques de manera furibunda. Al fin y al cabo, eso indicaría que podrías hacer lo mismo con ellos o que eres una persona conflictiva en el puesto laboral. No entres en lo personal, no desveles detalles y habla de manera conciliadora aunque vengas de una mala experiencia. La clave es transmitir que de buenos jefes y de otros que podrían haber sido mejores has aprendido cosas que te han ayudado a mejorar.