Villares rompe En Marea para no ser “devorado” por Podemos

El magistrado culpa a Pablo Iglesias y a la connivencia de Anova y Esquerda Unida con Podemos de la ruptura final de En Marea

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Luis Villares ha saldado la crisis interna de En Marea rompiendo el grupo parlamentario, el último elemento que quedaba en pie del espacio de confluencia que impulsaron Anova, Esquerda Unida y Podemos Galicia en 2016 y que en tres años acabó hecho trizas, tirando por tierra todo el capital político obtenido en las últimas autonómicas, cuando se convirtieron en la primera fuerza de la oposición.

El magistrado, aupado al liderazgo del partido instrumental por quienes se convertirían en sus principales detractores, culpó del declive de la alianza al afán de Podemos por controlar En Marea y a la connivencia del resto de partidos, Anova y Esquerda Unida, con la formación morada.

Un espacio roto

Villares tomó la decisión de pasarse al grupo mixto ante la imposibilidad de convivir dentro de En Marea. A su juicio, las normas que marcaban los estatutos permitían la coexistencia de dos sensibilidades, pero esta realidad «ya no es así» pues están «aquellos diputados leales al mandato» del partido instrumental y «aquellos que obedecen las consignas de una organización diferente: Podemos».

En realidad, esta situación, que detona por el nombramiento del senador por designación autonómica, no es nueva. Villares resistió al frente de En Marea mientras se iba descomponiendo a su alrededor, hasta el punto de que Esquerda Unida y Podemos Galicia compitieran con otra candidatura en generales y autonómicas.

 

“Ya está bien de enfados, discusiones y líos”

Villares confía ahora en que el trabajo desde el grupo mixto sirva para lanzar un «proyecto renovado que recupere la ilusión perdida por las peleas internas» con base en «una coralidad republicana y progresista amplia» en torno a las ideas del «feminismo, ecologismo, justicia social» y con «una idea nacional inclusiva».

El magistrado dice querer aparcar los «enfados y las estridencias» que atribuye a la dirección de Podemos con Pablo Iglesias al frente. «Ya está bien de enfados, de discusiones y líos. Cuando alguien viene con una solución, viene con una sonrisa. Y aquí está esta nueva marea, que con humildad pero con determinación, abre un nuevo ciclo institucional con un sonrisa a la democracia social en nuestro país», zanjó Villares.

Del caso de Paula Quinteiro al ‘pucherazo’ electoral

Villares recordó la polémica en torno a la diputada Paula Quinteiro como un episodio clave de la ruptura, pues a su juicio, «fue amparada única y exclusivamente por tener el carné de Podemos». También repasó las polémicas tras las primarias de diciembre de 2018, cuando Podemos le acusó de un pucherazo. «Guardamos silencio y aguantamos lo que teníamos que aguantar mientras otros se dedicaban a dinamitar el proyecto común. En Marea no es propiedad de Podemos ni de otra fuerza política. No nos resignamos a dejarnos devorar», asegura el magistrado.

Llamamiento a PSdeG y BNG

Villares hizo un llamamiento a recuperar la “ilusión” para «disputar la hegemonía al PP en el campo político gallego». Y en esta tarea apeló al resto de fuerzas de izquierda para articular una “alternativa” a la derecha, que a su entender derecha «tiene que ser cooperativa» pero «no solo pensando en Podemos», sino también «en el PSOE y el BNG». PSOE y BNG, en realidad, son los grandes beneficiados de la descomposición del espacio de confluencia.

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