Uruguay interviene la Casa de Galicia por su montaña de 70 millones de deuda
Feijóo da un voto de confianza al Gobierno de Uruguay al entender que la intervención es la mejor vía para preservar la independencia de la Casa de Galicia ante sus problemas de endeudamiento
Crisis en la Casa de Galicia de Uruguay. El Gobierno que encabeza Luis Lacalle Pou ha decretado esta semana la intervención de la institución mutual médica por un periodo de hasta un año ante el «alto nivel de endeudamiento» y los años de pérdidas acumulados pese a las ayudas recibidas.
La medida conlleva el desplazamiento de las autoridades de la institución mutual (que, además, tenía previstas elecciones para este domingo) y ha desatado las críticas de la actual directiva de la casa creada por emigrantes gallegos en 1917. A través de un comunicado, los dirigentes de la Casa de Galicia de Uruguay defienden que asumieron su función en octubre de 2018 «en una situación muy comprometida» con un endeudamiento de más de 64 millones de dólares y con un patrimonio negativo de 7,7 millones de dólares, lo que llevó a los auditores independientes de la Institución a «cuestionar el principio de empresa» en marcha de Casa de Galicia.
En este sentido, destacan que fue gracias a sus «ingentes esfuerzos» por lo que la institución pudo hacer frente a sus obligaciones salariales y cargas sociales. Además, resaltan su intento de transformación de la institución con el objetivo de mejorar sus resultados, incluyendo la realización de una auditoría de la gestión médica en febrero de 2019 por parte de la Consellería de Sanidade, a raíz de la que se efectuaron cambios.
A vueltas con el concurso
La directiva vincula que es la falta de respuesta del Ministerio de Salud uruguayo a sus demandas de ayuda lo que provocó el paso del concurso de acreedores, previo a la intervención, mientras que el Gobierno sostiene que el objetivo de la decisión es «garantizar la debida asistencia médica de los usuarios de la institución», así como adoptar «todas las medidas que estén a su alcance, para garantizar la protección de los puestos de trabajo».
Añade que, desde diciembre del año 2020, «se está realizando un seguimiento exhaustivo de la institución», dada su preocupante situación económica-financiera; y que en los últimos cinco años la institución ha perdido el 20% de sus afiliados. También esgrime el Ministerio que los últimos seis ejercicios consecutivos Casa de Galicia presentó un balance deficitario, lo que «evidencia severos problemas de gestión».
El Ministerio también esgrime sus propias cifras y apunta que la entidad, según sus últimos estados contables, «presenta un alto nivel de endeudamiento, que asciende a 76 millones de dólares (unos 66 millones de euros al cambio actual), superando cuatro veces la media de endeudamiento por afiliado del sector». Además, apuntan que en la última década se le facilitaron en dos ocasiones las facilidades de acceso a créditos a través del Fondo de Garantía IAMC, por valor de 46 millones de dólares. «A pesar del apoyo económico recibido (la última vez en diciembre de 2019), la institución no ha cumplido la mayor parte de las metas propuestas en los planes presentados», remarcan.
Feijóo da un voto de confianza a Uruguay
Por su parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que confía en la palabra del presidente uruguayo y ha expresado su deseo de que la medida permita que la Casa de Galicia se acabe uniendo con otros centros sanitarios.
«La Casa de Galicia tiene que ser Casa de Galicia», ha esgrimido el presidente gallego. Según ha destacado, sobre la mesa había dos opciones: la fusión con otras entidades sanitarias o intervenir temporalmente para sanear y luego devolver la «vida autónoma» a la institución. «El Gobierno uruguayo optó por la segunda y yo lo agradezco, mantener Casa de Galicia como hospital independiente para proseguir su actividad como entidad asistencial para el futuro», ha aseverado.