Una ‘tormenta perfecta’ desencadenó la caída del viaducto de la A-6, cuyas obras se alargarán a 2024

El secretario general de Infraestructuras indica que la caída de la infraestructura se debió a “una concatenación de factores” desde el mal estado del hormigón a las propias obras de reparación que se estaban realizando

Parte del viaducto de O Castro se desplomó el pasado 7 de junio / EFE

Parte del viaducto de O Castro se desplomó el pasado 7 de junio / EFE

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El secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, ofreció este martes una rueda de prensa para explicar las causas del derrumbe del viaducto de O Castro, que conecta las provincias de Lugo y León por la A-6, hace ahora cinco meses. El alto cargo del Ejecutivo de Pedro Sánchez insistió en que se debía a una “concatenación” de causas que no tenían un origen inmediato, sino que se debían a una “degradación” acumulada durante años. El ministerio encargó para analizar las causas y consecuencias de la caída dos informes independientes a las empresas Ideam y Mc2, que apuntan a la hipótesis de una tormenta perfecta, en donde coincidieron varios factores que, por sí solos, no habrían derivado en el derrumbe.

Flores indicó que la caída del viaducto se produjo, precisamente, mientras se están realizando unas labores de reparación urgentes en la infraestructura, al haberse detectado un importante estado de deterioro. En los trabajos que se llevaban a cabo se estaba realizando una técnica de hidrodemolición que presionaba el puente pero que no debía producir ningún colapso. No obstante, este factor, unido al mal estado de los materiales, especialmente el hormigón, habría determinado la caída.

Flores no se ha referido en ningún momento a las compañías que realizaron tanto las obras de construcción como de reparación de la infraestructura. Sí apuntó a que los informes de las consultoras coinciden en que una operación que formaba parte de los trabajos de reparación, el derribo de elementos internos a través de agua a presión para su sustitución, fue el factor que desencadenó que los vanos colapsasen, ya que «de forma puntual» se superó la superficie sobre la que estaba previsto inicialmente actuar.

Obras hasta 2024

Al margen del origen de la caída, el número tres del Ministerio de Transportes indicó este martes que el Gobierno prevé iniciar el mes que viene los trabajos en la calzada a Madrid. Estos, previsiblemente, conllevarán la sustitución del tablero y dovelas del paso elevado, una obra que podría tener un coste de unos 30 millones de euros. La previsión es adjudicar la obra por la vía de urgencia antes de que acabe el año los trabajos para rehabilitar el viaducto en dirección Madrid, con el objetivo de su reapertura al tráfico en el segundo semestre del año que viene.

Mientras tanto se reconstruirá el tramo que completará la circulación en sentido A Coruña, el más largo y más complejo. Este no estaría terminado hasta 2024, según los cálculos iniciales de Flores.

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