Un perito de Adif, en el juicio del Alvia: “El maquinista ha de estar presente y no leyendo la prensa”
El perito Antonio Puyol señala al maquinista como responsable del accidente por una "desatención prolongada" de su responsabilidad y sostiene que tuvo "margen de tiempo" para "corregir su error"
El perito Antonio Puyol, encargado de la elaboración de un estudio sobre el accidente del tren Alvia en Angrois en 2013 para la Abogacía del Estado –que representa a Adif–, ha responsabilizado al maquinista del siniestro y ha señalado que este puesto, “bien pagado”, requiere que el profesional esté “presente y consciente” y no “leyendo la prensa”.
En su comparecencia en el juicio para determinar las causas de la tragedia, que supuso 80 muertes y 140 heridos, Puyol ha ratificado su informe y ha atribuido el siniestro a una «desatención prolongada» del maquinista, Francisco Garzón, procesado en la causa junto al exdirector de seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte.
«No se podía pensar que un maquinista podía estar tanto tiempo desatendiendo su labor», ha aseverado, a las preguntas del abogado del Estado, que han conducido a una conclusión final: era «increíble» que el descarrilamiento, en su opinión, se pudiese producir, pero si se materializó fue por una «desatención prolongada» de la «responsabilidad» del maquinista.
En este sentido, ha asegurado que «antes» del accidente «no se podía hacer nada» para proteger el riesgo de entrar en la curva con un exceso de velocidad, pero ha admitido que «después se dijo, bueno, hay que hacer algo para que esto no vuelva a ocurrir».
Así, Adif «determinó que cuando había un salto de velocidad importante, que se denomina cambio significativo de velocidad, entonces había que señalizarlo de forma diferente y advertir al maquinista de esto, y, además, si era posible, ponerle una baliza». «Pero a continuación del accidente; desgraciadamente no antes, porque no afloró», ha resuelto.
Error del maquinista
Previamente, este especialista, que dirige la empresa Airtren, que tiene entre sus clientes a la propia Adif, ha expuesto la tesis de que el maquinista tuvo «margen» de «tiempo» para «corregir» su propio error.
De hecho, ha apuntado a la duración de la llamada que recibió del interventor al teléfono corporativo y ha dicho que «no los 100 segundos, pero sí del orden de los 80-90 segundos». «No los ha utilizado para corregir ese error y mira que tenía impactos visuales, unos 20, para haber reconocido y reubicarse y aplicar», ha esgrimido.
Pericia de los maquinistas
En esta línea, a continuación, a cuestiones del fiscal, ha insistido en que el peligro «no afloró» puesto que «la pericia de los maquinistas lo que ha hecho durante toda la vida es controlar esa situación». Además, ha apuntado a dos dispositivos para «poder controlar el tren», por el freno de emergencia y la seta. Eso, según ha sostenido, en otras ocasiones, «ha paliado el riesgo de sobrevelocidad».
«La pregunta es cómo no se valora como riesgo ese salto de velocidad que solo pasa a ser controlado por el maquinista», le ha soltado el representante del Ministerio Público. «Todo el mundo entiende que el maquinista… Además es que el maquinista ha recibido las informaciones», ha replicado el compareciente.
«Me llama la atención que el sistema controle la velocidad y que en un punto determinado que se ve que hay ese salto de velocidad, y podría llegarse a la conclusión fácilmente de que estamos en un punto de riesgo, que no implementemos medidas para evitar el posible error», ha proseguido Fiscalía. «Ese riesgo fue analizado por Renfe que es el operador de la línea», ha respondido el perito.