Un maquinista de Alvia, sobre la curva de Angrois: “No nos dieron un punto concreto donde frenar”
Manuel Mato, conductor de trenes Alvia y conocedor de la línea Ourense-Santiago, sostiene que durante la formación no les indicaron ningún punto de referencia en el que deberían iniciar la frenada y que solo les trasladaron "que había que atarse los machos, por si las moscas"
Manuel Mato, maquinista jefe y conductor de trenes Alvia, ha señalado que durante la formación no les indicaron un «punto concreto en el que frenar» en la curva en la que se produjo el descarrilamiento en julio de 2013 en el que murieron 80 personas y 145 resultaron heridas.
Así lo ha afirmado durante el juicio por el siniestro, que se ha retomado este martes con las declaraciones previstas de este maquinista y otros dos (Juan Carlos Cons y Abel Fortes), citados como testigos por parte de la defensa del acusado Francisco Garzón.
“Había que atarse los machos”
A preguntas realizadas por el fiscal, Mato ha señalado que durante la formación no le dieron «un punto concreto» donde deberían iniciar la frenada. «Solo nos trasladaron que había que atarse los machos, por si las moscas«. «¿Qué quiere decir atarse los machos?», le ha repreguntado, a lo que este profesional ha contestado «que había que frenar con tiempo suficiente para llegar a la curva».
Mato ha insistido en que «no daban un punto concreto para frenar», o al menos él no recuerda que se lo «dieran», ningún punto «de referencia». Finalmente, ha señalado que «hay quien tomaba las casas » y «hay quien tomaba la E7», en alusión a una señal avanzada en la línea.
A cuestiones de uno de los dos letrados que defienden a Garzón –que está acusado junto al ex director de seguridad de Adif Andrés Cortabitarte–, este maquinista ha destacado que «la avanzada te indica cómo está la señal siguiente, no otra cosa», y si está en vía libre quiere decir que deben «continuar la marcha normal».
En boca de todo el personal
Manuel Mato, que conocía la línea en la que se produjo el descarrilamiento, ha señalado que «estaba en boca de todo el personal» el aviso de un jefe de maquinistas, José Ramón Iglesias Mazaira, sobre la peligrosidad de la curva de Angrois. «Todos veíamos lo que pasaba en esa curva», ha subrayado.
En este punto, el abogado de Garzón le ha señalado si «podría afectar a cualquier maquinista» y Mato ha advertido que «sí, porque en la vía no había nada que protegiera la curva». «Si tienes un fallo, te desubicas», ha avisado más adelante durante el interrogatorio del representante del Ministerio Público, quien ha querido saber si le parece «seguro» hablar por teléfono en el tramo donde lo hizo Garzón.
«Si se desubicó y no estaba seguro de dónde estaba, pues puede pasar eso», ha incidido. «Pero uno se desubica porque coge una llamada. ¿Eso no es nada? ¿Para usted es irrelevante?», ha intervenido la jueza.
Sin señales de reducción de velocidad
El maquinista también ha apuntado que «no había» señales en vía que ordenaran el inicio de reducción de velocidad antes de la curva de A Grandeira y, por el contrario, existen «un montón de curvas señalizadas» y ya las «había en ese momento».
A día de hoy, con las medidas que se pusieron poco después de la tragedia, el accidente «no pasaría», ha añadido, puesto que «ahora el ‘ERTMS’ te suelta a 120 cuando transitas a Asfa, no a 200 como te soltaba antes», y llegas a la curva «a 60, porque es lo que permite el sistema».
Por último ante el abogado que lo propuso, ha confirmado que el teléfono móvil corporativo se le presentaba como «una herramienta de trabajo» y ha negado que existiese algún protocolo o norma sobre su uso.
Denuncia de la peligrosidad
El interrogatorio del fiscal ha estado marcado por su dureza y por las intervenciones incisivas de la jueza. «¿Qué hacíamos? Procurar que no nos pasara», ha llegado a responder el maquinista, ante lo que el representante del Ministerio Público le ha afeado «por qué no lo denunciaron».
«¡Pero si estaba denunciado! Hacen un informe sobre la peligrosidad de la curva, no les hacen caso y ¿nos lo van a hacer a nosotros?», ha exclamado. En este sentido, ha insistido en que hizo «comentarios con los mandos intermedios sobre la peligrosidad de la curva». «Y como yo, creo que la mayoría», ha apostillado.
De hecho, ha añadido que cree que «todos» hicieron «el mismo comentario, de la peligrosidad de la curva», pero en su caso no recuerda haber hecho ningún viaje con un acompañante de seguridad de Renfe o Adif.
«Pero seguramente a quienes acompañaron se le hizo (el aviso sobre el riesgo). Estoy segurísimo», ha hecho hincapié, aspecto en el que ha abundado más adelante el abogado de la aseguradora de Renfe, QBE, en referencia a acompañamientos por parte de Adif.
El letrado que representa a Renfe ha dado un nombre, el de Francisco José Herrero Roca, quien «era jefe de maquinistas en León», según el testigo, y «si aparece ahí –en un documento– seguro que sí» hizo un acompañamiento con él. Por último, ha admitido que él no hizo ningún parte o comunicación por escrito, pero ha argumentado que no puede «mandar el parte a Adif», sino que le entrega el aviso a su «jefe inmediato».
«Que tengamos que ser los maquinistas los que digamos dónde hay que poner las señales…», ha lamentado Manuel Mato, finalmente, a lo que la jueza ha agregado: «Pues alguien tiene que ser, porque llevan a cientos de personas»