Turull y Forn, los nuevos ‘duros’ de Puigdemont
Jordi Turull sustituye a Neus Munté en Presidencia, y Joaquim Forn a Jordi Jané en Interior, tras la crisis abierta por Puigdemont
El presidente Carles Puigdemont lo tiene claro. No quiere a nadie en su gobierno que dude un instante. Y, a la espera de sus explicaciones en el Palau de la Generalitat, ya se han ofrecido dos cambios sustanciales: Jordi Turull será el nuevo consejero de Presidencia, para sustituir a Neus Munté, mientras que Joaquim Forn será el consejero de Interior, y, por tanto, el responsable de los Mossos d’Esquadra, en sustitución de Jordi Jané. Son dos ‘duros’ para afrontar el 1-0.
El caso de Turull es paradigmático. Se trata de un hombre clásico de Convergència, que siempre ha actuado con diligencia y respetado las órdenes de sus superiores. Disciplinado, un dirigente fiel a Artur Mas, se ha caracterizado en los últimos meses por sur radicalidad, y sus broncas en Twitter, ya fuera con adversarios políticos o con medios de comunicación. Hasta ahora era el presidente del grupo parlamentario de Junts pel Sí. Creía que podía ser el dirigente del Pdecat, pero, a pesar de ser la opción de Artur Mas, las cosas se pusieron feas en el congreso de fundación del partido, y su puesto lo logró Marta Pascal.
Turull se ha desmelenado en los últimos meses con su radicalidad independentista
Joaquim Forn es el presidente del grupo municipal del Pdecat en el Ayuntamiento de Barcelona. Formó parte del núcleo de dirigentes que, junto a Oriol Pujol, querían renovar el discurso de la vieja Convergència hacia el independentismo. Con experiencia en la gestión, como mano derecha de Xavier Trias en su etapa de alcalde de Barcelona, Forn se desliga del consistorio y puede ser una pieza central para Puigdemont.
El resto de cambios en el Govern afectan a la consejera de Ensenyament,Meritxell Ruiz, pendiente de ser sustituida por un independiente, y al secretario general de Presidencia, Joan Vidal de Ciurana.
Puigdemont ha acabado aceptando las exigencias de Oriol Junqueras para afrontar el referéndum del 1-O, con todas las consecuencias.