Santiago se expande: Noriega explora la fusión con Teo
El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, y el de Teo, Rafael Sisto, proponen un convenio de fusión entre los ayuntamientos para someterlo a referendo
El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, ha comenzado a explorar la integración de Santiago con municipios limítrofes mediante procesos de fusión que permitan generar un nuevo modelo de coordinación de servicios y conviertan a la ciudad en una gran capital. El regidor ya había anunciado su postura favorable a este tipo de medidas y ha comenzado a moverse por los territorios que mejor conoce. Es el caso de Teo, municipio del que fue regidor y donde gobierna actualmente Rafael Sisto, como él, integrante de Anova.
Los dos regidores, a solo unas semanas de las elecciones municipales, han propuesto elaborar en el próximo mandato un convenio de fusión de ambos ayuntamientos para someterlo a referendo entre los vecinos. Ambos serán candidatos a la alcaldía en sus respectivos concellos.
La realidad social y la realidad administrativa
Rafael Sisto ha explicado que, pese a que muchos vecinos de Teo estudian o trabajan en Santiago, no pueden decidir sobre aspectos que le afectan directamente como el servicio de transporte público. «Más allá de la voluntad de fusionarse o no, la realidad es que trabajamos, estudiamos, vamos al Obradoiro…, esta es una realidad social que no está acompañada de la realidad administrativa que se espera», ha indicado.
Martiño Noriega, por su parte, ha puesto el foco en la necesidad de mejorar la prestación de servicios a los ciudadanos. El líder de Compostela Aberta indicó que la propuesta de convenio de fusión nace tras cuatro años en los que se comprobaron «importantes limitaciones» en el intento de prestación de servicios en el espacio de la capital en el seno de la mancomunidad.
«Se reactivó el espacio de la mancomunidad y se trabajó por el objetivo de intentar coordinar una sección básica como la de los servicios de emergencias», ha explicado Noriega, que ha señalado que fue un «trabajo serio de dos años que terminó en un acuerdo con la vicepresidencia de la Xunta y la Diputación de A Coruña para crear un parque comarcal». Pese a ello, ha recordado que, finalmente, no se pudo materializar por la «luz roja» del Gobierno central debido a la tasa de reposición.
Un 10% más de ingresos
A esto se suma la «constatación» de dificultades para coordinar cuestiones tan «importantes» como la movilidad, la prestación de servicios sociales, las políticas culturales o la puesta en común de los equipamientos.
Por ello, Martiño Noriega defiende que un proceso de fusión permitiría a Santiago convertirse en la «tercera ciudad» de Galicia, al incorporar a sus 100.000 vecinos los 20.000 de Teo. «Supondría conseguir un 10% más de ingresos ordinarios de diferentes administraciones, permitiría habilitar políticas de movilidad por igual, políticas de prestación de servicios de emergencias y de otro tipo…», ha argumentado.
¿Organización en distritos?
Obviamente, la fusión de municipios no es solamente una cuestión administrativa, pues existen vínculos emotivos a los territorios. Noriega abogó por «mover marcos mentales» y «ser valientes», «conscientes» de que, aunque la propuesta «no está exenta de riesgos, «parte importante de la población desarrolla su vida en el espacio de la gran capital».
El alcalde recordó que la capital gallega ya afrontó otros procesos de fusión de municipios como fueron los casos de Enfesta y Conxo y ha señalado que la incorporación de Teo debería motivar una «cierta reordenación de territorial de la ciudad», con la descentralización de servicios. Según ha precisado el regidor, la propia ley de grandes ciudades habilita a las urbes a tener «distritos».
Los vecinos decidirán
Por su parte, el regidor de Teo ha considerado que la fusión no supondría una «renuncia» de los teenses a su municipio, sino «ganar peso e importancia». «Nos interesa colectivamente apostar por hacer un buen convenio que suponga un beneficio mutuo», ha apuntado.
Los dos alcaldes consideraron imprescindible que la propuesta de fusión se someta a la opinión de los ciudadanos: «Es indispensable, más allá de que este debate sea presentado por una cuestión de transparencia», ha insistido Martiño Noriega.