Santiago se agobia con su éxito turístico: «Nos estamos desdibujando como capital de Galicia»
La edil de urbanismo pide a la Xunta que saque de su registro 900 viviendas de uso turístico irregulares que operan en el municipio y asegura que es importante regularlas para "preservar la identidad de la ciudad"
Periódicamente, Santiago reabre el debate sobre su modelo turístico, ahora en un momento de especial tensión por la llegada masiva de peregrinos en el Año Santo, que se extendió durante dos ejercicios a causa del Covid. La mayor llegada de visitantes y la celebración de la Peregrinación Europea de Jóvenes, que reunió a 12.000 personas en la capital gallega, provocó las quejas de vecinos por las molestias ligadas a la actividad turística, como los ruidos, la suciedad o las aglomeraciones.
Junto a este debate, estimulado desde las propias formaciones políticas, reaparece periódicamente el de las viviendas de uso turístico. Lo hizo este martes, cuando la concejala de Urbanismo del Ayuntamiento, Mercedes Rosón, instó a la Xunta a retirar de su registro 900 viviendas vacacionales que operan en la ciudad sin habilitación municipal para ello.
Ciudad universitaria o ciudad turística
«No las estamos prohibiendo, las estamos regulando», dijo la edil sobre un asunto que ya llegó a los jueves. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia avaló el pasado mayo la normativa que exige licencia municipal a las viviendas de uso turístico, lo que deja en situación irregular a unos 900 inmuebles que están registrados en la Xunta para ejercer esta actividad.
«Al ayuntamiento le llama la atención que Turismo de Galicia tenga esta negativa a cumplir su propia normativa», se quejó Rosón, para quien «los pisos turísticos tienen que existir» pero los políticos tienen la obligación de regularlos. La titular de Urbanismo subrayó que la Xunta «no está sacando» de su registro a esas 900 viviendas turísticas «ilegales» pese a las dos sentencias del TSXG que avalan la posición del Consistorio.
Rosón destacó «la importancia» de esta regulación para «preservar la identidad de la ciudad» y «proteger el interés público». «Nos estamos desdibujando como ciudad universitaria y como capital de Galicia», lamentó.