Rueda, un año de ‘rodaje’ como presidente entre los fondos europeos y la guerra con Sánchez

El dirigente popular cumple doce meses en el cargo desde que sucedió a Feijóo como jefe del Ejecutivo autonómico gallego y a punto de afrontar unas municipales que serán su primera prueba ante las urnas

Alfonso Rueda (c) es felicitado por Alberto Núñez Feijóo tras pronunciar su discurso de investidura en el Parlamento gallego en la primera jornada del debate tras el cual relevará a Núñez Feijóo en la Presidencia de la Xunta, este martes, en el Parlamento de Galicia en Santiago de Compostela. EFE/Lavandeira jr

Alfonso Rueda (c) es felicitado por Alberto Núñez Feijóo tras pronunciar su discurso de investidura en el Parlamento gallego en la primera jornada del debate tras el cual relevará a Núñez Feijóo en la Presidencia de la Xunta, este martes, en el Parlamento de Galicia en Santiago de Compostela. EFE/Lavandeira jr

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Un año como presidente de la Xunta. El primero en democracia que accede a este cargo sin haberse presentado cabeza de cartel de su formación en unas elecciones autonómicas. Es la efeméride celebrada por Alfonso Rueda, que hace doce meses sucedió a Alberto Núñez Feijóo como máximo mandatario del Ejecutivo gallego.

Rueda cumple un año como presidente de la Xunta con varios mensajes. El PP asegura que el político de origen pontevedrés ha logrado en este tiempo «darle continuidad a la buena gestión» de su antecesor, ha puesto en marcha políticas de apoyo a las familias en un momento de crisis inflacionaria y ha mantenido un “camino reivindicativo” con el Gobierno de Pedro Sánchez.

El 12 de mayo de 2022, Rueda fue investido presidente, el sexto de la Xunta de Galicia, con el “sí” de 41 diputados del PP –le faltó el de su portavoz, Pedro Puy, que sufrió un infarto esa jornada–. El primer año del conservador ha estado marcado por el continuismo con las políticas de Alberto Núñez Feijóo, tanto en aquellas impulsadas en Galicia como en la confrontación con el Ejecutivo central.

En el foco está ahora la ley autonómica de ordenación al litoral. Que quede definitivamente aprobada a lo largo de este año es uno de los retos que se ha marcado Rueda, quien al mismo tiempo ha chocado con el Gobierno por la misma –el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, afirmó que era «casi una declaración de independencia«–.

La apuesta por el retorno de la emigración

Si se le pregunta al Gobierno gallego por las medidas más novedosas impulsadas el primer año de Rueda como presidente, las fuentes consultadas destacan que uno de los empeños del presidente es afrontar el reto demográfico, para lo que apuesta por estimular el retorno de los gallegos en el exterior.

La Xunta reivindica que 28.000 gallegos volvieron a casa en los últimos cinco años y pone en el foco de la Estrategia Retorna, que busca que hasta 2026 sean otros 30.000 más. Una de sus medidas más innovadoras aspira a que 400 gallegos retornen a su tierra con un contrato indefinido, en aquellos sectores donde hay más demanda que oferta de empleo.

Este ha sido uno de los objetivos principales de los dos viajes internacionales que ha realizado el presidente Rueda en este tiempo: a Argentina y a Uruguay y a Panamá, México y, después de más de 20 años, un presidente gallego ha vuelto a Venezuela, donde viven 30.260 gallegos.

Respecto a los mayores, la Xunta reivindica que está en marcha «la necesaria simplificación» de los trámites para la dependencia (que permitirá recortar a la mitad los tiempos de espera).

Sociedad Impulsa

Además de la proyección del Xacobeo, en clave económica, el Ejecutivo autonómico también destaca la apuesta por la Xunta, acompañada por la Sociedad Impulsa, para captar nuevos proyectos industriales y agilizar trámites administrativos.

A modos de ejemplo, desde la Xunta citan los proyectos de la nueva fábrica de neumáticos de Sentury Tire en As Pontes, la factoría de fibras sostenibles para la industria textil de Altri en Palas de Rei, la planta de ánodos de grafito de Resonac en A Coruña, un data center que podrá gestionar los datos de casi el 100% del ecosistema empresarial gallego o los dos proyectos de plantas de hidrógeno en Meirama y también en As Pontes.

Asimismo, la Xunta en manos del PP reivindica “la ordenación del desarrollo eólico de Galicia para garantizar que sea sostenible y que sus beneficios reviertan en la sociedad gallega, a través de la nueva Ley de recursos naturales”. Una normativa a la que acaba de dar luz verde y que, entre otras cosas, contempla la puesta en marcha de una sociedad mixta desde la que la administración autonómica podrá entrar en el capital de proyectos renovables y parques eólicos y que también contempla un canon específico para la eólica marina.

También en este año se ha patrocinado la alianza entre Reganosa y Enagás que, además de dar entrada al capital gallego en el puerto asturiano del Musel, supone, sostiene la Xunta, «un gran avance para la conexión gasística de Galicia”.

Batalla con el Gobierno

«Seguir por la línea de la estabilidad financiera, con el control de la deuda y del déficit, y medidas de vivienda para jóvenes», son algunos de los pasos de los que también se encuentra orgulloso un Ejecutivo que considera que «la nota agridulce» la ha puesto en este año «la manifiestamente mejorable actitud del Gobierno central hacia Galicia«

En este sentido, aunque en la Xunta se evita el término confrontación e inciden en la lealtad institucional, se certifica que Rueda ha tenido que «alzar varias veces la voz en defensa de los intereses» de Galicia.

En concreto, preocupan «mucho» al Ejecutivo gallego tres asuntos: la «parálisis» de los fondos europeos para la industria, la «desatención hacia las infraestructuras gallegas» (o la falta de plazos concretos para los trenes Avril), o la «reiterada negativa a que Galicia ejerza las competencias en gestión del litoral» –frente a la que se ha impulsado, precisamente, la ley propia de gestión del litoral–.

Críticas y retos

Ese, claro, es el punto de vista del Gobierno de Alfonso Rueda, que es fuertemente criticado por los grupos de la oposición, BNG y PSOE, precisamente por la gestión desde la administración autonómica de los fondos europeos, así como por la situación de la Sanidad gallega y especialmente el colapso en Atención Primaria. Los nacionalistas son también especialmente críticos con la gestión de las energías eólica por parte de la Xunta y las aprobaciones exprés de licencias para parques, argumentando que se está favoreciendo a las empresas frente a la población.

Con la marcha de Feijóo a Madrid, Rueda asumió la Xunta de Galicia y también la presidencia del PP en la comunidad. Ahora, afronta sus primeras municipales como líder del partido. Unos comicios en los que los populares tienen la misión de recuperar terreno en una cita electoral que históricamente se les resiste. Su último gran año en cuanto a consecución de alcaldías fue 2011. Ahora, sin el bastón de mando en ninguna de las siete ciudades, esperan recuperar al menos dos Alcaldías.

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