Rueda teje su primera alianza con Urkullu para pedir a Sánchez un plan de choque para la Atención Primaria
Los representantes de Sanidad de la Xunta y el Gobierno Vasco firman un manifiesto para reclamar al Gobierno central "medidas de choque urgentes" para "reforzar la Atención Primaria"
La Xunta de Galicia y el Gobierno vasco suman fuerzas para pedir al Gobierno “medidas de choque urgentes” por la crisis en la Atención Primaria. El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, y su homóloga en País Vasco, Gotzone Sagardui, han firmado este lunes un manifiesto «de carácter abierto» para «reforzar” este servicio.
Ambas comunicadas piden la incorporación de «más profesionales» de medicina a la Atención Primaria y hacen un llamamiento al resto de comunidades autónomas y al Ministerio de Sanidad a «un compromiso conjunto» para «sacar adelante con el máximo consenso» las «medidas de competente estatal que tienen la llave para solucionar esta situación».
El documento ya lo han remitido al Ministerio de Sanidad, ha asegurado la Xunta, y van a presentarlo en el Consejo Interterritorial del próximo miércoles. En él ambos dirigentes sostienen que se «necesitan medidas de choque urgentes» dentro de las «competencias en formación de especialistas que dependen de forma exclusiva del Ministerio».
El manifiesto, recogido por Europa Press, aborda media docena de medidas «competencia del Ministerio de Sanidad» después de que el pasado 15 de junio celebraron una reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) en la que, «nuevamente, ningún punto del orden del día abordaba el gran problema que afronta la sanidad pública en estos momentos: el grave déficit de médicos especialistas en Medicina de Familia y Comunitaria que padece nuestra Atención Primaria».
«Es por eso que, desde la máxima lealtad y con el objetivo de construir juntos soluciones para el Estado español, queremos trasladar una propuesta de medidas urgentes competencia del Ministerio que, de tomarse, podrían contribuir a empezar a resolver la situación que atraviesa nuestra Atención Primaria«, exponen en el documento.
Las medidas propuestas
Como primer punto, Galicia y País Vasco piden «garantizar que el sistema de elección de plazas MIR no deje plazas desiertas, como ha ocurrido este año con 200 plazas en todo el Estado«. «Ante las circunstancias excepcionales en las que nos encontramos es necesario arbitrar soluciones excepcionales que faciliten que se cubran todas las plazas ofertadas», han señalado.
En caso de no volver a un sistema presencial, indican, «el proceso telemático debe realizarse con la máxima transparencia, garantizando el conocimiento en tiempo real de las plazas disponibles en cada momento por parte de los aspirantes». «Este cambio debería ser efectivo para la próxima convocatoria MIR«, abundan.
Además, consideran que «se debiera facilitar que la Orden que regula la FSE permitiera que no quedaran sin cubrir tampoco aquellas plazas que, siendo adjudicadas, finalmente sus adjudicatarias no tomen posesión de las mismas, renunciando antes de la firma del contrato».
En el documento también apuestan por que no se debe «seguir dando validez a un sistema formativo que genera un desplazamiento creciente a otros escenarios asistenciales que aún no han sido resueltos». «Esto genera un empeoramiento de déficit crónico de especialistas en Medicina de Familia y Comunitaria que agranda la problemática que suponen las jubilaciones en este ámbito. Nos referimos en este punto a la necesidad de que se cree en España la Especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias», exponen.
Por ello, consideran que se debe «proceder cuanto antes a la creación con tramitación preferente de esta nueva especialidad», tal y como se ha hecho «hace pocos meses» con la de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia, «a poder ser antes de que se realice el próximo examen MIR».
En tercer lugar, creen necesario una ampliación, «por vía de urgencia», del número de plazas de formación médica especializada en medicina de familia y comunitaria para poder «afrontar el relevo generacional y las perspectivas de déficit sobre las que alerta el propio informe del Ministerio«.
«Pero para poder llevarlo a cabo, necesitamos un sistema de acreditación de unidades docentes más flexible y más ágil», aseguran. Así, consideran «necesaria» también la aprobación, antes de la siguiente convocatoria MIR, de la revisión de la normativa de requisitos de acreditación de unidades docentes en la especialidad de Medicina de Familia que, entre otras medidas, debería mantener abierta la convocatoria para la acreditación esté abierta permanentemente.
En cuarto lugar, una vez ese sistema de acreditación y el programa formativo de la especialidad «estén reformados y permitan acreditar un mayor número de plazas», consideran «necesario hacerlo a través de una convocatoria de plazas MIR extraordinarias en la especialidad de medicinafamiliar y comunitaria».
«El Gobierno de España y los gobiernos autonómicos debemos acordar un plan extraordinario de formación para acometer un importante incremento de las plazas formativas de esta especialidad en las convocatorias MIR de los próximos años que corrija la situación de déficit a la que nos llevan las previsiones de jubilación», solicitan.
Sobre este punto, Galicia y País Vasco estiman «la necesidad de ampliación urgente de un orden de 1.000 plazas formativas anuales de medicina familiar y comunitaria en toda España». «Es obligado desarrollar los instrumentos que permitan que el Sistema Nacional de Salud planifique en el futuro con más rigor su oferta formativa», sostienen.
En sentido, apuntan que dado que el sistema MIR «es un instrumento de cobertura estatal en el que se forman especialistas en las distintas CCAA para todo el sistema nacional de salud», resulta «fundamental la creación definitiva de un Registro Estatal de Profesionales Sanitarios que pueda orientar las necesidades de formación de especialistas para prevenir la aparición de déficits de profesionales de determinadas especialidades».
En el sexto y último punto indican que deben «fomentar e implementar», a través del Plan de Acción Estatal, «todas las medidas posibles que faciliten» el desarrollo competencial del médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, «dotándole de tiempo y espacio para recobrar su rol como eje vertebrador de la mejor atención integral de los ciudadanos».
Un pacto estatal
«Creemos que estas propuestas pueden servir como base para un gran acuerdo nacional de medidas de choque para afrontar un problema que está afectando en estos momentos a profesionales y pacientes de todo el Estado español«, sentencian para concluir que «el futuro del Sistema Nacional de Salud no se puede permitir» que no actúen «con la máxima diligencia en un asunto de tan capital importancia».
«No hay ahora mismo en la sanidad española un problema más urgente ni una necesidad más acuciante. Por ello, debemos adoptar un compromiso conjunto para sacar adelante con el máximo consenso las medidas de competencia estatal que tienen la llave para solucionar esta situación», concluyen.