Rajoy va sobrado: “Lo que no son las conversaciones entre González y yo, son diálogos de sordos”
Los expresidentes Mariano Rajoy y Felipe González insisten en el foro empresarial que organiza Amancio López en la defensa de la Constitución y en la necesidad de acuerdos entre los grandes "partidos centrales"
“Mañana te tocará moderar a dos inmoderados”. Fue la advertencia que Felipe González le hizo a la periodista Gloria Lomana un día antes de que tuviese lugar en el foro empresarial que el presidente de Hotusa celebra de A Toxa (Pontevedra), un debate entre el histórico expresidente del Gobierno socialista y el popular Mariano Rajoy. Sin embargo, ambos coincidieron en que el debate era poco. Más bien, una conversación en la que ambos estuvieron de acuerdo en que España necesita “más diálogo” y puntos de encuentro entre “los partidos centrales”.
El expresidente Rajoy lo tuvo claro: “Lo que no son las conversaciones entre el presidente (refiriéndose a González) y yo, son conversaciones entre sordos”. “Puede existir diálogo, pero son diálogos de sordos, porque lo importante es que se traduzcan en consensos y acuerdos. El diálogo es el procedimiento, pero lo importante son los acuerdos”, indicó, para enumerar asuntos que, a su juicio, necesitaban de un pacto de los «grandes partidos» cuanto antes.
«El entendimiento es cero»
“¿Qué echo yo de menos en la política española? Primero, un mínimo de entendimiento. Si nos fijamos en los grandes asuntos que importan a los españoles, el entendimiento es cero. No lo hubo en la pandemia, solo al principio. En el tema catalán no hay ninguna suerte de entendimiento, la renovación de los órganos constitucionales… no lo hay en el debate sobre el reparto de los fondos europeos… no entraré a decir si la culpan la tienen unos u otros”, reflexionó el político pontevedrés. “El hecho de ganar unas elecciones no te autoriza a todo. Hay veces que hay que limitarse, porque eso da tranquilidad y certidumbre”, apostilló en otro momento de la conversación.
La situación de Cataluña también estuvo presente, de manera implícita y explícita a lo largo de todo el encuentro entre los dos exdirigentes. González, que se presentó como uno de los representantes del régimen del 78, insistió en la necesidad de trabajar políticamente dentro del marco constitucional. “Nosotros conseguimos pactar un marco y un espacio de convivencia con una Constitución no militante, que no excluía a nadie, pero que no permite que la gente se la salte. Yo tengo la voluntad de defender ese marco con las ideas y la palabra”, apuntó.
Defensa constitucional
“Sin seguridad jurídica no hay libertad. Pactamos una Constitución que no es perfecta por definición, pero que permite la convivencia. El que se dice constitucionalista tiene que ser cuidadoso y trabajar para que la constitución funcione y se cumpla”, insistió, para pedir que se desbloquee la renovación del Consejo General del Poder Judicial.
“A mí me parece muy bien que se hable, pero no me gusta que parezca que estamos al mismo nivel. Hay un límite que es la Constitución y el principio de soberanía”, apuntó Rajoy sobre la situación catalana. “Ninguna Constitución lleva en su texto un germen o una semilla para que salte por los aires”, declaró, para incidir en que un referemdum realizado solo por una parte de España es “profundamente ilegal”.
La Inquisición en España…
“La política está cada día más politizada y más dispersa”, espetó González, quien criticó el, a su juicio, retroceso del marco político ideológico. “Hubo un tiempo en que había una Inquisición… pero solo había una, ahora hay veinte. No puedo pensar libremente, aunque piense lo que digo. Hay un achicamiento de las libertades y un acatetamiento de la visión del mundo”, censuró.
Rajoy recogió el guante de la metáfora: “Sobre la inquisición, estoy de acuerdo. Florencen por doquier los ‘torquemadas‘. Aquí como digas algo que vaya en contra de lo que alguien decidió… te atizan inmisericordemente”.
En este escenario, tanto el conservador como el socialista insistieron en la necesidad de acuerdos entre los dos grandes partidos. “No dependamos de las posiciones de los extremos para condicionar a los partidos centrales. Con una Inquisición ya teníamos bastante”, insistió González.