Rajoy se mantiene inflexible en cambiar una coma de su política económica
El presidente marca como línea roja el programa de recortes ante la corrección al que se ve obligado tras el 24M
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es consciente de que el varapalo de las urnas del 24M se repetirá en las elecciones generales que debe convocar antes del fin del ejercicio si no corrige su hoja de ruta. Está dispuesto a hacerlo pero, tal y como manifestó este sábado ante el empresariado catalán, existe una gran línea roja: las reformas.
«No vamos a cambiar nuestra política económica, sería un error monumental», sentenció el Presidente en su discurso de clausura de la XXXI reunión del Círculo de Economía que se celebró en Sitges (Barcelona).
Aperturas puntuales
Según su relato, el PP no dispone de más margen de maniobra. Seguir con la contención es la única forma de «crear empleo y mejorar la vida de las personas». El Presidente contempla aperturas puntuales como la bajada del IRPF y la caída del tipo de retención aprobada para este ejercicio; «siempre y cuando las circunstancias lo permitan», apostilló.
Para mejorar la competitividad del país, indicó que en la próxima legislatura abordaría definitivamente la reforma de la financiación autonómica e iría un paso más allá en la de la Administración si consigue el apoyo necesario en las urnas.
Promesas electorales
«Si mantenemos la política económica, podremos lograr el ciclo de crecimiento más largo de lo que hayamos visto nunca», prometió al auditorio.
El principal reto futuro es hacer llegar los efectos de la recuperación «al conjunto de los españoles». En esta línea, prometió la creación de dos millones de empleos y bajar de nuevo los impuestos en la próxima legislatura.
Inversión en gasto social
Rajoy incluso tuvo un guiño con el empresariado catalán al asegurar que su trabajo ha sido básico para el impulso de la exportación en el país –ha crecido a un ritmo del 6% cuando la media del avance español se ha quedado en el 4%– y que esto ha sido una de las palancas de la recuperación.
Con todo, tampoco se esperan grandes cambios de rumbo en su política económica frente a la comunidad. El Presidente defendió los principios en el reparto de las inversiones en infraestructuras, una de las reclamaciones más repetidas por parte del empresariado catalán. La sala lo encajó. Los efectos, los conocerá en las urnas.