Rajoy se lanza: otra tarifa plana y una ley de segunda oportunidad para endeudados
El Gobierno quiere aprovechar la coyuntura de cara a las elecciones y ve posible alcanzar de nuevo los 20 millones de trabajadores
Queda menos de un año para las elecciones generales, aunque Mariano Rajoy quiera aprovechar al máximo su prerrogativa legal, y las convoque para febrero de 2016.
Y con una cierta reactivación económica, el presidente del Gobierno ha lanzado este martes en el debate sobre el estado de la nación dos medidas en dos direcciones distintas: otra «tarifa plana» para los contratos indefinidos, a la ya vigente, con bonificaciones, para que los 500 primeros euros de sueldo de esos nuevos contratos, para las personas «más vulnerables» queden exentos de cotización.
La otra medida es una reacción –aunque estaba entre las previsiones del PP– a los programas económicos de otras fuerzas políticas, como Ciudadanos: se aprobará una nueva Ley Concursal, con la que se regulan las quiebras de las empresas, y una ley de fomento del crédito para empresas y familias. «Quienes más han sufrido la crisis, como los autónomos o las familias tendrán por parte de este Gobierno una segunda oportunidad».
Librarse de las deudas
En este caso, los autónomos se podrán librar de su deuda, como una quita, a los tres años de ir a concurso. También lo podrán hacer las familias, con la idea de que puedan renegociar esas deudas por una vía extrajudicial que no sea tan complicada como ahora. Por ello, las reclamaciones de las deudas se reducirán de los actuales 15 años a cinco.
En el primer caso, en la medida sobre los contratos indefinidos, la idea del Gobierno es que se ponga en marcha cuando finalice la actual, que marca esa tarifa plana. Eso sucederá el 31 de marzo. Con la actual medida, se reducía a 100 euros las cotizaciones sociales en un periodo de dos años. El Gobierno asegura que se han beneficiado de ello hasta 177.000 contratos indefinidos.
Llegar a los 20 millones de trabajadores
Rajoy ha insistido en que las cotizaciones –una medida que han pedido los expertos en reiteradas ocasiones– se «pueden y se deben bajar», y que beneficiará, especialmente, «a los trabajadores más vulnerables, que es donde se concentra más el paro y la temporalidad, porque no tienen experiencia o formación».
El Presidente del Gobierno ha considerado que con «20 millones de trabajadores en España», se podría garantizar el estado de bienestar, y ha asegurado, en el Congreso, que esa cifra no es un imposible, y que se puede alcanzar. Es la que se logró antes de la crisis de 2007-2008.