Rajoy saca pecho de las negociaciones con Europa para salvar a la banca española
“A mi nadie me ha presionado, el que ha presionado he sido yo” “El préstamo no afecta al déficit público” “Esto es muy bueno para el euro, Europa y España”
Tras el aluvión de críticas por dejar que el ministro De Guindos explicara el rescate de la banca española por parte del Eurogrupo, Mariano Rajoy ha comparecido ante la prensa este domingo. Con aplomo, el presidente ha sacado pecho de las negociaciones mantenidas con la Unión Europea para conseguir “una línea de crédito para el sistema financiero español”.
Un balón de oxígeno para las entidades que se ha alcanzado “porque en cinco meses hemos hechos los deberes”. “No es tan fácil de conseguir 100.000 millones de euros, hay muchos países de la Unión Europea que han usado sus propios recursos”.
También ha dejado claro que “nadie” le ha presionado. “El que ha presionado he sido yo porque quería una linea de crédito para resolver un problema que estaba allí y todo el mundo lo sabía”.
Programa previsto
En una intervención que no ha durado ni media hora, el presidente ha afirmado que no entrará “en debates nominalistas” sobre si se ha rescatado a las entidades españolas o se les ha inyectado un préstamo desde Bruselas. Asegura que es “la tercera pata” del programa previsto por el Ejecutivo del PP que ya anunció “en el debate de investidura de diciembre”.
Un paso más tras imponer medidas para equilibrar los presupuestos de todas las Administraciones Públicas del país e iniciar las reformas estructurales “para que la economía española sea más flexible y competitiva”. Reconoce que este último ajuste aún no ha terminado.
Asimismo, ha cargado contra el principal partido de la oposición, el PSOE: “Si no se hubiera hecho el trabajo que se ha abordado en los últimos cinco meses, ahora nos encontraríamos con una intervención del Reino de España”.
Déficit público
Rajoy se ha vanagloriado de que los 100.000 millones de euros que la Unión Europea pone a disposición de la banca para sanearla cumplen con el principal objetivo del Gobierno: que fluya de nuevo el crédito. “Sin crédito no hay inversión y sin inversión no hay empleo”.
Además, ha aclarado que computará como deuda propia de los bancos que pidan fondos de la nueva recapitalización del FROB. Es decir, la intervención del Eurogrupo no afectará al déficit público de España, tal y como dejó entrever el ministro De Guindos el día anterior.
El presidente no ha concretado el montante final de los recursos que solicitará la banca española. Espera tener las dos evaluaciones que realizan la auditoras Roland Berger y Oliver Wyman. Unos estudios que se publicarán a principios de julio. El FMI cifró el sábado por la mañana en 40.000 millones de euros las necesidades de recapitalización de la banca nacional.
Europa, reforzada
Para el líder del Ejecutivo español, quien sale ganando con este crédito es “el euro, Europa y España”. Señala las “ventajas” de iniciar una nueva forma de cooperación dentro de la Unión Europea (UE). “El sábado ganó la credibilidad del euro, el futuro de la UE y la posibilidad de que pronto en España se recuperen los niveles de crédito”.
Por otro lado, ha defendido su presencia en Polonia en el partido inaugural de la selección española en la Eurocopa. “Me ha invitado de forma personal el presidente de Polonia y creo que la selección se lo merece”. Justifica que sólo estará fuera del país desde las dos del mediodía a las nueve de la noche de este domingo y que se marcha cuando el Eurogrupo “ya ha tomado su decisión”.
Incluso se ha permitido romper la seriedad de la comparecencia: “No podré ver el triundo de [Rafa] Nadal sobre Novak Djokovic. Otros sí lo podrán hacer”.