Rajoy reclama la abstención del PSOE para gobernar con Rivera
El líder del PP se agarra a la negociación de los presupuestos que le facilita Ciudadanos para presionar a Sánchez, porque o abandona el 'no' o ''habrá terceras elecciones''
Mariano Rajoy sabe que podrá contar con Ciudadanos. Como mínimo para sacar adelante todos los compromisos económicos adquiridos con la Comisión Europea, que no es menor. Pero para ello necesita la abstención del PSOE, porque Rivera tampoco quiere darle el sí. Y Rajoy lo ha dejado claro, tras entrevistar con Albert Rivera. «El no del PSOE nos lleva a unas terceras elecciones».
Rajoy ha considerado «inadmisible» que se convoquen unas terceras elecciones en menos de un año, y ha insistido en que la responsabilidad es del PSOE. Tras una hora y media de entrevista con Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, Rajoy se ha mostrado esperanzado en lograr su objetivo, porque ha conseguido establecer un diálogo con el partido naranja que le puede llevar a negociar el techo de gasto, los presupuestos, y las medidas para paliar el déficit para cumplir con Bruselas.
Así se lo ha ofrecido Rivera, como ha avanzado Economía Digital este miércoles. Rajoy ha admitido que ya existen dos equipos económicos, de los dos partidos, que se intercambian información, y que comenzarán a reunirse y a establecer acuerdos una vez se haya constituido el Gobierno.
Elude fijar el debate de investidura
Pero todo será inútil si el PSOE no abandona su rechazo frontal a la investidura. Rajoy ha insistido en que el ‘no’ de los socialistas conducirá a unas terceras elecciones generales, y que su único objetivo ahora es tratar de evitarlas. Sin embargo, no quiere ejercer una posibilidad que tiene en su mano: fijar ya la fecha del debate de investidura. Ha manifestado que quiere cumplir con el encargo del rey, a quien este mismo miércoles verá para informarle del avance de sus negociaciones, pero que no puede ofrecer garantías de que lo hará.
Sin acuerdos cerrados, Rajoy no quiere ir a la investidura. La paradoja es que sólo con una fecha fijada podría inyectar toda la presión al PSOE, aunque, claro, con el riesgo de perder las dos votaciones.
Es, precisamente, lo que pretende Pedro Sánchez, que Rajoy salga derrotado, y que se abra un periodo de dos meses en los que el líder del PP trate, de nuevo, de ser investido. Será en ese caso, cuando el PSOE pensaría en cambiar su posición.