Rajoy, obligado a engancharse a Rivera ante el 20D
Más de 36 millones de españoles pueden votar este domingo en unas elecciones que podrían marcar el primer gobierno de coalición de la democracia
Los colegios abren este domingo. Podrán votar 36,5 millones de españoles en unas elecciones generales que se presentan como las más reñidas de la democracia. En todos los sondeos parece el PP como ganador, aunque con un desplome electoral enorme, de los actuales 182 diputados a menos de 120. No se ha dado nunca. La UCD de Adolfo Suárez gobernó con 166 y con 168 escaños.
La respuesta a esa incógnita es que Rajoy, si se cumplen los pronósticos, deberá engancharse a Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, para tratar de constituir un gobierno de coalición y ofrecer estabilidad desde el primer minuto a los socios europeos, con la canciller Angela Merkel a la cabeza, muy pendientes de lo que pase en España.
El Congreso recupera su papel
Al margen de lo que se ha apuntado en la campaña electoral, en la noche de este domingo todos los dirigentes, los de la llamada vieja política y los de la nueva, serán conscientes de que España deberá tener un gobierno estable.
Ahora bien, también por primera vez, al margen de los primeros años de la transición, el Congreso ejercerá su papel constitucional. Los españoles están convocados a unas elecciones parlamentarias, no presidenciales. Y el Congreso es el poder legislativo, del que emana el poder ejecutivo que «debe dirigir» la política, pero no dictarla, como ha ocurrido en la última legislatura, en la que el PP ha abusado de los decretos como norma para gobernar, a pesar de que tenía una mayoría absoluta en la cámara baja.
Es decir, todos los grupos deberán cooperar en el Congreso para que España pueda avanzar en los próximos cuatro años. Lo que ocurra este domingo, de hecho, es algo consustancial a la política europea. En Holanda, Bélgica, Suecia, Alemania, también en el Reino Unido, ha habido y hay gobiernos de coalición. Bienvenidos, por tanto, a una etapa nueva.
Macroeconomía, y el sueldo medio
Lo que está en juego, sin embargo, es paradójico. Mariano Rajoy, que ha destacado en los últimos meses el avance de la economía española, no ha podido imponer esa agenda. Pese a que la situación es otra, y muy distinta a la de 2011, los datos observados en detalle podrían explicar el avance de Podemos, tal y como señalan los sondeos.
España se podrá ahorrar en 2015, con la rebaja del petróleo casi 17.000 millones de euros, lo que supone unos dos puntos del PIB. Se trata de algo de gran relevancia. El contexto macroeconómico es ideal para que el actual Gobierno pudiera tener un respaldo suficiente para seguir gobernando. Pero, ¿por qué podría no ocurrir?
Podemos ha ido avanzando, de forma soterrada, veremos si se concreta en la noche de este domingo, porque la economía no ha mejorado para la mayoría de españoles. El sueldo medio es de 1.881 euros. Pero el más frecuente, el más común, es de 1.100 euros brutos al mes, por 14 pagas. Es un salario que neto no llega a 1.000 euros.
El alimento de Podemos
Los salarios se han devaluado un 17% desde 2010, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. El número de empleados ha mejorado en los últimos meses, pero hay 104.300 ocupados menos que al inicio de la legislatura. Y la población activa se ha reducido en 540.000 personas.
El gasto público en sanidad y educación por habitante se ha recortado en esta legislatura en un 21%, pero el número de millonarios, –más de 30 millones de euros– según los datos que ha aportado Hacienda, se doblaron en 2013 respecto a 2007, el año del inicio de la crisis.
Todo ello actúa de forma subterránea en la sociedad española, que debe decidir este domingo a quién entrega su voto.
Más deuda pública
El PP ha sostenido que todo eso es cierto, pero que la situación de partida era mucho peor. Es verdad que España se financia ahora sin problemas, porque el Banco Central Europeo (BCE) no ha dejado de inyectar dinero. Pero España seguirá incumpliendo este año los objetivos de déficit marcados por la Comisión Europea, y cerrará este año algo por encima del 4,5%, un déficit sólo por detrás del de Grecia. Y, pese a los esfuerzos, la deuda pública ha alcanzado el 99,3% del PIB.
Esta es la radiografía de un país que puede dejar atrás los gobiernos monocolores. En la lucha partidista, el PSOE de Pedro Sánchez, no ha logrado dejar atrás su etapa de gobierno, y, por ello, no ha conseguido ser visto como una alternativa al PP. A su izquierda Podemos le come electorado, que fue netamente socialista, como el propio Pablo Iglesias.
Al PP le ocurre en su franja de centro, de electores que no quieren saber nada de corrupción, y que buscan reformas, y que pueden apostar por Ciudadanos.
¿Y la europea?
Si recordamos una de las anécdotas de la campaña, cuando Mariano Rajoy le espetó al periodista de Onda Cero, Carlos Alsina, aquello de ¿Y la europea?, en referencia a si los catalanes perderían la nacionalidad española y europea si se independizasen, habría que transformarla de otra forma:
¿Y la europea?, pues en Europa muchos gobiernos son de coalición.