Rajoy: los problemas no se resuelven con los «conjuros caribeños» de Podemos
Carga también contra el PSOE por no admitir que el cambio ya se ha producido y que la recuperación económica es un hecho
El discurso de Mariano Rajoy, cuando decide pasar al ataque, es acerado, preciso, duro con los adversarios. España está levantando el vuelo, y no hay nadie que se lo reconozca.
Esa es su posición, en vísperas de un proceso electoral largo, que pasará por las elecciones locales y autonómicas de mayo, y acabarán a finales de año con las elecciones generales, y, meses antes, con las elecciones catalanas.
En la clausura de la Convención del PP, que debe servir a los populares para recuperar el ánimo, tras las nuevas declaraciones del ex tesorero del partido, Luis Bárcenas, Rajoy ha reivindicado el papel de su Gobierno en la recuperación. Y lo ha hecho para conjurarse ante el ascenso de Podemos, y con la idea también de golpear al PSOE, dejando claro, precisamente, que los problemas no se solucionarán con «los conjuros caribeños» de Podemos.
El descenso de la prima de riesgo, ¿producto de la acción del Gobierno?
La idea del Presidente es que «si la prima de riesgo está por debajo de la sexta parte de lo que estuvo –menos de 100 puntos, frente a los 600 del verano de 2012—eso quiere decir que España ofrece seis veces más confianza que antes».
Es decir, para el jefe del Ejecutivo las reformas emprendidas, como la reforma laboral, o ahora la reforma fiscal, han llevado a los inversores a confiar en España. «Hay que saber cómo se dejó esté país y cómo está ahora», ha asegurado, en una nueva referencia al PSOE, al que culpa de haber llevado España «a la crisis».
Rajoy ha insistido en que el actual Gobierno que preside ha evitado el rescate, y que eso es lo principal de esta legislatura, justo el día en el que Grecia celebra unas elecciones que pueden ser decisivas para el modelo que implantó la Comisión Europea en el inicio de la crisis, con recetas basadas en el control total del déficit público.
¿Y el papel del BCE?
Nada sobre el papel del Banco Central Europeo (BCE), que ha logrado que las primas de riesgo bajen en todos los países, en particular en los periféricos de la Unión Europea, como España. Nada tampoco del rescate que sí se produjo sobre el sistema financiero, con un préstamo de 100.000 millones, de los que España tomó 51.000 millones.
Nada tampoco sobre la imposibilidad de rescatar a España en el verano de 2012 porque la dimensión del país lo impedía, y porque el mecanismo de rescate tampoco estaba preparado, ante las dudas de Alemania.
Podemos, Podemos, «no Podemos»
El hecho es que Rajoy sigue preocupado, y mucho, con el ascenso de Podemos. Al PSOE le ha hecho directamente responsable de la situación en la que estaba España en noviembre de 2011, cuando se celebraron las elecciones, pero en Podemos, Rajoy ve a un partido «populista» que puede llevar el país «al pasado».
«España no está para volver atrás. Ni nos podemos jugar el futuro de nuestros hijos a la ruleta rusa del populismo. Este es un país serio, y los problemas no se resuelven con palabras mágicas ni con conjuros caribeños, esa historia ya pasó, es muy antigua», ha asegurado, para añadir que «no es lo mismo dar doctrina en un plató de televisión que hablar en el Consejo Europeo», en una alusión directa a Pablo Iglesias, el líder de Podemos, que, precisamente, en la noche del sábado actuó en La Sexta, dejando claro que se debía reestructurar la deuda, en la línea de Syriza.
No habrá impunidad sobre la corrupción
Sobre los casos de corrupción, Rajoy se ha referido mínimamente aludiendo a Bárcenas, sin nombrarlo, y con la aseveración de que nadie quedará impune. «No me preocupan las exageraciones interesadas o las manipulaciones, me preocupa que algunos de los nuestros no hayan estado a la altura, pero eso ya está reconocido, ante vosotros y ante todos los españoles, y cuando hemos visto una conducta punible hemos intervenido sin dudarlo», ha afirmado.
La idea de Rajoy, como en otras cuestiones, es no moverse demasiado. «No podemos garantizar las conductas de todos nuestros cargos públicos. Pero podemos prevenir muchas de ellas y debemos castigarlas todas, porque en España no hay impunidad», ha sentenciado.