Rajoy arroja a Sánchez a los leones para que el PP pueda gobernar
La decisión del presidente deja al líder del PSOE en una situación delicada, pendiente de un comité federal decisivo y sometido a la presión de Podemos y los nacionalistas
El carácter de las personas. ¿Por qué no se analiza más esa cuestión para trazar estrategias políticas? Mariano Rajoy decidió este viernes que no se sometería a una cruel prueba en el Congreso. Rajoy tiene aguante, y una larga trayectoria política, pero se conoce muy bien, y no pretende ser el líder que supera todas las batallas. Hasta aquí ha llegado.
El reproche de todos los grupos parlamentarios en el Congreso, dos votaciones en contra, que lo hubieran dejado completamente calcinado, han pesado mucho en su decisión comunicada al Rey Felipe VI.
¿Pero por qué lo ha hecho? Fuentes del PP que conocen bien al dirigente conservador consideran que Rajoy ha podido trazar una estrategia envenenada hacia su adversario político. Pedro Sánchez tendrá ahora la responsabilidad de formar gobierno.
Riesgo alto, pero relativo
El Rey abrirá la próxima semana una nueva ronda de consultas, y Sánchez tiene la hercúlea tarea de unir, en torno a su figura, a Podemos, y a los partidos nacionalistas, que, en el caso de los catalanes, se han declarado desde hace tres años abiertamente independentistas. ¿Qué hacer?
Las mismas fuentes entienden que todo queda abierto para el PP, «aunque se asume que hay un riesgo alto». Se le deja la pelota a Sánchez, y cabe la posibilidad de que tenga éxito. Si lo logra, el PP se quedaría en la oposición. Pero es un riesgo relativo.
Sánchez tiene una semana por delante complicada. Si se trata de sumar diputados, su posición es favorable, pero, ¿qué diputados, y para hacer qué? Rajoy ha echado a Sánchez a los leones con su decisión, porque, principalmente, el líder del PSOE deberá superar una prueba durísima: el comité federal del partido el próximo día 30.
Los dirigentes territoriales del PSOE tendrán la última palabra para permitir que Sánchez siga o no adelante en su intento de aglutinar un «todos contra el PP».
Un plan tentador para el PSOE
Rajoy quiere salvar al PP. ¿Cómo? Sólo en el último momento, el líder del PP se podría guardar una carta. Él se va, el PP propone otro candidato, y se busca el apoyo de Ciudadanos, que podría arrastrar al PSOE, tentado por un programa de reformas ambicioso, y para una legislatura corta, de dos años, que incluyera una reforma de la Constitución. ¿Se resistirá el PSOE ante ese plan?
El líder del PP dejó claro, en su intervención, tras su entrevista con el Rey, que no tira la toalla, y que mantiene sus opciones. Las suyas propias, porque nadie explica que se irá antes de hora, pero con la idea de que es su partido quien tendrá muchas más opciones que el resto, porque logró 123 diputados.
La pelota, en los pies de Sánchez
El PP es un partido flexible, aunque la imagen que ha proyectado Rajoy no sea esa. En 1996 se adaptó a las peticiones de CiU para que José María Aznar fuera presidente. Sacrificó a los gobernadores civiles, y se acordó el fin del servicio militar, entre otras medidas, algo que el PSOE de Felipe González, como él mismo admitió más tarde, no hubiera aprobado. Es lo que recuerdan desde el PP, tras señalar que «todo está abierto, aunque Sánchez pueda formar gobierno y la estrategia de Rajoy acabe en nada».
Golpe de efecto de Rajoy. Ahora es Sánchez quien dispone del balón.