Portugal vuelve a abril: un mes de confinamiento y teletrabajo obligatorio
El Gobierno luso decreta el cierre de la hostelería salvo para recogida o entrega a domicilio, ordena frenar cirugías y baja la persiana de buena parte del comercio
Portugal ha decidido decretar un confinamiento severo a partir del próximo viernes, adoptando medidas muy próximas a las de marzo y abril para tratar de atajar la expansión del coronavirus, que en la última jornada causó 10.556 nuevas infeccione y 156 muertes.
El Gobierno luso ordena el cierre de la hostelería, que solo podrá funcionar para entregas a domicilio o recogida de pedidos. También clausura buena parte del comercio, pues ha fijado algunas excepciones, vinculadas fundamentalmente a la alimentación y la sanidad, como farmacias, supermercados o dentistas. También decreta el cierre de espacios culturales, gimnasios y peluquerías.
António Costa, el primer ministro, ha pedido a la población que se quede en casa y que los paseos al aire libre sean de corta duración y en la zona de su residencia. Costa anunció que con la entrada en vigor de las nuevas restricciones será también obligatorio el teletrabajo para todas las actividades que sean compatibles.
Deberá aplicarse independientemente de si el empleado o el trabajador están o no de acuerdo. Portugal ya había aplicado esta misma medida en abril, pero para asegurar el cumplimiento de la misma, Costa anunció un endurecimiento drástico de las sanciones a quienes violen la normativa, imponiendo multas de hasta 61.000 euros.
Paralización de cirugías
La ministra de Saúde, Marta Temido, envió este miércoles un despacho a los hospitales ordenando la suspensión de intervenciones quirúrgicas con el fin de liberar recursos para atender a los afectados por la pandemia.
La paralización de las operaciones no se aplica a los institutos de oncología (IPO), que estarán disponibles para atender a pacientes que requieran de una intervención “prioritaria” durante el periodo de vigencia del despacho.
Portugal mantendrá la actividad presencial en los centros educativos y también permitirá las ceremonias religiosas y los actos de campaña electoral, aunque limitados. El fútbol continuará durante el confinamiento, pero sin público.