Portugal lanza un visado especial para trabajadores en remoto «tresmileuristas»
El nuevo visado permite solicitar permanencia temporal en el país durante un año o autorización de residencia renovable por un máximo de cinco años
Con la expansión del teletrabajo muchos extranjeros optan por establecerse en Portugal, alentados por el buen clima o la seguridad del país. El Gobierno portugués ha visto en ello una buena oportunidad, pero no para todo el mundo. Por ello, quiere potenciar la llegada de ‘nómadas digitales’ con un visado específico que requiere unos ingresos mensuales de 2.820 euros.
El nuevo visado fue aprobado a finales de septiembre y entrará en vigor el próximo 30 de octubre. Con él, Portugal sigue los pasos de otros países con instrumentos similares, aunque ya el país ya estaba posicionado como uno de los mejores destinos para trabajadores en remoto. De hecho, la plataforma NomadList sitúa a Lisboa en la cima de su lista de ciudades e incluye otros dos enclaves portugueses, Madeira y Oporto, en su «top 10».
Incentivar la llegada de trabajadores en remoto
Este nuevo permiso puede incentivar las llegadas porque «va a clarificar el proceso y facilitar el acceso», según ha explicado a EFE el abogado Henrique Nunes, asociado coordinador de inmigración en el bufete CMS Portugal.
El nuevo documento incluye un requisito adicional. Además de comprobantes de la relación laboral o autónomo, los solicitantes deben demostrar ingresos mensuales medios en los últimos tres meses de al menos cuatro salarios mínimos de Portugal: un total de 2.820 euros.
El nuevo visado permite solicitar permanencia temporal en el país por un máximo de un año o autorización de residencia renovable por un máximo de cinco años.
Hasta ahora, los ciudadanos de países terceros podían recurrir a otro visado, el D7, dirigido a jubilados y trabajadores por cuenta propia o ingresos personales, como rentas inmobiliarias.
Efectos de la llegada de los ‘nómadas digitales’
Con los nómadas digitales -en su mayoría estadounidenses, seguidos de británicos- han proliferado los espacios de «coworking» y «coliving», lugares para trabajar y vivir en comunidad.
Sin embargo su llegada también ha contribuido, junto con el boom turístico y las visas «gold», a disparar los precios de la vivienda en Portugal, donde la oferta de alquileres escasea: las habitaciones disponibles cayeron un 84 % en Oporto y un 77 % en Lisboa en el último año, según datos remitidos a EFE por Idealista