Portugal estrena fase de “contención” contra la ómicron mientras España se pone la mascarilla en el exterior
Con la variante ómicron ya predominante, en plenas Navidades, Portugal retoma restricciones como el cierre del ocio nocturno y el teletrabajo obligatorio
Mientras España lidia con al sexta ola y retoma el uso de la mascarilla en exteriores, Portugal estrena, en pleno día de Navidad, su fase de “contención” para frenar la expansión de la ómicron. La variante es predominante en el país, ya que se encuentra en el 61,5% de los casos de coronavirus, un hecho que ha llevado a las autoridades a decretar, de nuevo, el cierre del ocio nocturno, el teletrabajo obligatorio y los test en hoteles.
La llegada de ómicron, que se espera que suponga el 90% de las infecciones antes de acabar 2021, provocó que la «semana de contención» que el Gobierno había anunciado entre el 2 y el 9 de enero se ampliase y empezase este sábado, cuando los portugueses celebran la Navidad.
Portugal cierra en Nochevieja
De esta forma, Portugal amaneció este 25 de diciembre con nuevas restricciones, como el teletrabajo obligatorio o el cierre del ocio nocturno, un nuevo mazazo para este sector, que sólo reabrió en octubre tras 18 meses cerrados y que no podrá abrir en Nochevieja.
Además, desde este sábado es obligatorio presentar un test negativo para entrar en hoteles, bodas y bautizos, espectáculos culturales y recintos deportivos como estadios de fútbol, independientemente del aforo.
Test también para los vacunados
El test también es obligatorio para los vacunados, y sólo están exentas las personas que tienen un certificado digital de recuperación porque han pasado el virus en los últimos 6 meses.
La restauración también tiene nuevas reglas para las fiestas, que en su caso estrenaron ya en Nochebuena: los días 24, 25, 30 y 31 de diciembre y 1 enero es obligatorio presentar test negativo para entrar en un restaurante, aunque no para las terrazas.
Por ello, las restricciones llevaron a las familias portuguesas a cancelar sus planes de comer fuera y por ello hay restaurantes que decidieron ni siquiera abrir en estos días de fiestas.
Aplazadas las rebajas
El Gobierno portugués también decidió aplazar las rebajas de invierno, que en Portugal suelen empezar tras el día de Navidad, hasta después del 9 de enero, para evitar aglomeraciones en los comercios.
Además, se reduce desde este sábado el aforo en establecimientos comerciales a una persona por cada cinco metros cuadrados, ante la afluencia que suele haber estas semanas para descambiar regalos.
El período de «contención» estará vigente hasta el 9 de enero, aunque el Ejecutivo revisará las medidas antes por si fuese necesario aplazarlas.
Cierres en Asturias y Cataluña
España aún no ha decretado medidas similares de forma conjunta. La celebración de la Conferencia de Presidentes de esta semana se saldó con la vuelta a la obligatoriedad de usar mascarilla en exteriores, una medida que ha recibido críticas de distintos colectivos que la tachan de insuficiente y poco efectiva. Por el momento, las comunidades han empezado a mover ficha.
Cataluña fue la primera en imponer la vuelta del toque de queda nocturno, entre la 1 y las 6 de la mañana, la limitación de reuniones de más de 10 personas, reducción de aforo en cines, teatros, espectáculos y ceremonias religiosas así como la limitación al 50% de bares y restaurantes. También se ha decretado el cierre del ocio nocturno.
Asturias cerrará el interior de todos los bares de copas, discotecas, salas de baile y locales de ocio nocturno a partir del próximo martes, 28 de diciembre, día en el que empezará también a ser obligatorio la presentación del pasaporte covid para acceder a bares, restaurantes, gimnasios, locales de apuestas, eventos multitudinarios o residencias de ancianos.
Galicia, de momento, no ha activado medidas más duras, aunque el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ya ha anunciado que si los contagios siguen creciendo (la comunidad está en cifras récord dentro de la pandemia), impondrá restricciones de cara a Fin de Año.