Pedro Sánchez logra el aval del empresariado catalán
El líder del PSOE busca un complicado equilibrio entre la euforia del Gobierno y el catastrofismo de Podemos
Grecia como acicate para una nueva Europa, pero también como referente de la política española. El partido español se dirime en Atenas.
Y la capacidad de negociación del primer ministro griego, Alexis Tsipras, y de su ministro de Hacienda, Yannis Varufakis, con las instituciones europeas, encaja con el proyecto que defiende Pedro Sánchez, como secretario general del PSOE. Negociación, pero defensa firme de la modernización de Grecia, para que también los griegos hagan los deberes.
Sánchez busca un equilibrio que huye de dos posiciones antagónicas: la euforia del Gobierno de Mariano Rajoy, con la recuperación económica, y el catastrofismo de Podemos, centrado en la crisis institucional.
La apuesta siempre por la Tercera Vía
El líder socialista trata de conseguirlo, y el empresariado catalán, siempre ávido de esas terceras vías que eviten los choques institucionales, y que permitan avanzar, avala al líder socialista, que logró este martes en el Círculo de Economía un intangible de vital importancia: «es un candidato con posibilidades, defiende un proyecto que puede crecer de forma notable de aquí a las elecciones generales», según un miembro del lobby empresarial, que preside Antón Costas.
Sánchez se centró en el análisis económico de la recuperación, pero desde el reconocimiento de que, efectivamente, las cosas han cambiado y España está creciendo. No quiere que le ocurra como a José Luis Rodríguez Zapatero, con quien se le comparará, quiera o no quiera, en los próximos meses. Zapatero negó la crisis, cuando los síntomas ya eran evidentes a lo largo de 2008.
La letra pequeña del crecimiento económico
Pedro Sánchez admite el crecimiento, pero reclama que se mire la letra pequeña, que se combata el paro de larga duración, que se tenga en cuenta la proliferación de contratos temporales, muchos por horas, que ni ofrecen un salario decente, ni aportan dinero a las arcas públicas, aunque representen nuevas afiliaciones a la seguridad social.
Sánchez ofreció una reforma del estatuto de los trabajadores, y pidió el fin de la Troika, para que en Europa se generen políticas de distinto signo, «que atiendan que el problema es una falta de demanda agregada», y que, por tanto, se deben impulsar políticas de crecimiento, «y no de recorte constante del sector público».
Para ello, Sánchez no dudó en tomar prestado un comentario de Larry Summers, el ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, con quien se entrevistó Sánchez en su reciente viaje. «Un 1% de crecimiento hace más por el ajuste que un recorte».
Apoyo de Miquel Roca: «Os necesitamos fuertes»
Todo ello gustó a los asistentes que escucharon su discurso en el Círculo de Economía, un lobby empresarial, que ha contribuido desde los años cincuenta a la modernización de España. En el almuerzo posterior, recibió el apoyo incondicional de Miquel Roca, uno de los muñidores de la transición, y el máximo representante –no Jordi Pujol– de un catalanismo que deseó implicarse hasta el tuétano en la gobernabilidad de España.
«Os necesitamos fuertes», le dijo Roca a Pedro Sánchez, para animar al PSOE a ser una alternativa real de gobierno frente al PP, y también como parapeto de un movimiento como el de Podemos, que sigue con propuestas vagas, con más diágnosis que recetas, aunque sigue muy arriba en las encuestas.
Reforma constitucional
El líder del PSOE, flanqueado por el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, no entró en la cuestión del problema catalán. Quería fijar su posición sobre el debate económico. En el almuerzo posterior insistió en la reforma constitucional, y en la necesidad de llevar el estado de las autonomías hacia un estado federal, con la intención de impedir «las políticas recentralizadoras del Gobierno del PP».
El PSC necesita que el PSOE se implique más en la cuestión territorial, pero el objetivo principal ahora es lograr que Pedro Sánchez se consolide como candidato, al margen de lo que pueda ocurrir en las elecciones municipales de mayo, y de cómo le vaya a Susana Díaz en Andalucía.