Pedro Sánchez abre la puerta al rescate de Alcoa
El presidente vincula en la campaña gallega el fondo de 10.000 millones para entrar en empresas con el futuro de Alcoa
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reiterado su compromiso con la continuidad de Alcoa en San Cibrao durante un mitin en A Coruña, donde dio respaldo al candidato socialista a la Xunta, Gonzalo Caballero. Sánchez fue un paso más allá y vinculó el fondo de 10.000 millones que gestionará la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), la dueña de Navantia o Correos, para rescatar a empresas en apuros y tomar participaciones de capital.
“Son 10.000 millones para recapitalizar aquellos sectores económicos estratégicos en términos económicos, pero también regionales. Ese es el compromiso del Gobierno de España. Lo digo porque ahora que vemos a muchos trabajadores de Alcoa legítimamente preocupados por su futuro inmediato, yo lo que le pido a la Xunta es que no utilice a Alcoa como un instrumento electoral”, dijo Sánchez.
El presidente del Gobierno insistió en que el Ejecutivo y el Ministerio de Industria trabajan «codo con codo» para garantizar la solvencia y el futuro de las plantas de Alcoa, por lo que apeló a trabajar conjuntamente para conseguir la continuidad de la actividad tanto en Galicia como en Asturias. Respondía así también a las demandas de los trabajadoresde Alu Ibérica en A Coruña, la antigua planta de Alcoa, que se manifestaron durante el acto electoral. Gonzalo Caballero se reunió con ellos para escuchar sus reivindicaciones tras el mitin.
Feijóo explicita su apoyo a la intervención
Precisamente, tras una reunión con el comité de empresa de la planta de Alcoa en San Cibrao, Alberto Nuñez Feijóo explicitó su apoyo a una “intervención temporal” de la factoría lucense.
El candidato del PP a la presidencia de la Xunta pidió al Ejecutivo que utilice parte de los 10.000 millones que gestionará la Sepi para inyectar capital en Alcoa mientras no se encuentre un sistema energético que garantice el futuro de las instalaciones. «Este no es un problema industrial, es un problema energético», sentenció.