Pastor presiona a Carmena para que trague con la operación Chamartín de San José y BBVA
La ministra se reunirá de urgencia este viernes con la alcaldesa de Madrid para evitar la defenestración definitiva del proyecto. Adif, con una deuda de 15.000 millones, afronta vencimientos entre 2016 y 2018 por la cantidad que dejará de cobrar
A la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, le ha cambiado el gesto al conocer el desenlace definitivo que el Ayuntamiento de Madrid quiere dar a la operación Chamartín proyectada por el BBVA y San José. La razón, que los 1.250 millones de euros que Adif y Renfe iban a cobrar por la venta de los terrenos se esfuman.
El Gobierno lleva contando con ellos desde hace muchos años para reducir los ahora ya cerca de 15.000 millones acumulados por Adif para acometer la costosa inversión de la red de alta velocidad. La cantidad que el gestor de infraestructuras ferroviarias dejará de cobrar al no vender estos terrenos coincide con los vencimientos de deuda que debe afrontar entre 2016 y 2018.
De aquella foto de finales de enero de 2015, en la que la ministra aparecía risueña junto al presidente del BBVA, Francisco González, el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y la exalcaldesa de la capital, Ana Botella, han cambiado mucho las cosas.
Entonces, deprisa y corriendo ante la inminencia de las elecciones autonómicas y municipales de 2015 y el posible cambio de manos de responsables políticos –como se confirmó con la llegada de la alcaldía de Madrid de Manuela Carmena–, se presentaba el enésimo proyecto de la operación Chamartín, el redenominado Distrito Castellana Norte (DCN).
Un año de continuo tira y afloja
Pero llegaron las elecciones y el plan promovido por el BBVA se quedó sin aprobar, manteniendo en suspenso el eterno pelotazo de Jacinto Rey. A partir de entonces, ya con Carmena al frente del Ayuntamiento, el tira y afloja entre los responsables municipales y la entidad financiera ha sido continuo.
Hasta ahora. El consistorio controlado por Ahora Madrid –como fue su intención desde el principio con maniobras dilatorias, como la convocatoria de asambleas vecinales para que decidieran sobre el polémico ámbito– está a punto de defenestrar definitivamente el proyecto liderado por la entidad presidida por Francisco González.
Pleno decisivo la próxima semana
La comisión de Desarrollo Urbano Sostenible, con los votos de Ahora Madrid y el PSOE, acordaba el pasado miércoles echar para atrás el plan parcial presentado por DCN y, si no cambia nada, el pleno de la próxima semana ratificará el acuerdo de la comisión y declarará la imposibilidad de tramitar el convenio para la gestión y ejecución del plan encabezado por el BBVA, y del que también forma parte la constructora San José.
Ante esta situación límite, la ministra Pastor ha convocado una reunión urgente para hoy viernes al más alto nivel, según han confirmado a Economía Digital fuentes conocedoras de la convocatoria. Además de Carmena, acudirán la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y el presidente de Distrito Castellana Norte, Antonio Béjar, el hombre que el BBVA puso al frente del proyecto en julio de 2014.
Último intento para convencer a Carmena
El objetivo no es otro que tratar de convencer a la alcaldesa, una vez más, de las bondades de un proyecto, el promovido por la entidad financiera, que beneficiaría a todas las partes, al Estado, a las Administraciones Públicas y a los partícipes privados de la operación.
No será fácil. El proyecto alternativo presentado por el Ayuntamiento no tiene absolutamente nada que ver con el que habían planteado el BBVA y San José. Y, aunque la propia Carmena anunciaba la semana pasada, en la presentación del nuevo Madrid Puerta Norte, que no se trata de un documento cerrado, sino de partida para intentar llegar a un acuerdo consensuado con todas las partes, para la entidad financiera supone desterrar los números que había echado.
Básicamente, porque el papel de Desarrollo Castellana Norte (BBVA y San José) quedaría relegado a un segundo plano en la alternativa planteada por el consistorio.
De convertirse en propietario del 62%, tras pagar los 1.250 millones a Adif, y quedarse con la mayoría de los 3,5 millones de metros cuadrados edificables (la mitad para cerca de 18.000 viviendas y la otra mitad para oficinas, espacios comerciales y hoteles), DCN ve cómo, en el proyecto municipal, se quedaría con suelo para unas 3.600 viviendas y la mitad de la actividad terciaria.
Las cuentas ya no salen
Mucha menos inversión, muy por debajo de los 4.200 millones contemplados, pero también unos beneficios muy inferiores de los que el banco y la constructora gallega hubieran obtenido tras vender los terrenos una vez urbanizados. De momento, desde DCN no han querido pronunciarse sobre la postura que van a tomar. No quieren precipitarse. Esperarán a ver en qué queda la reunión con la ministra Ana Pastor.
Si no sale nada en claro, la disyuntiva para el BBVA está clara. O aceptar el papel secundario que le reserva el Ayuntamiento de Madrid en el nuevo proyecto o adelantar la salida definitiva. En este caso, el 31 de diciembre de 2016 se había fijado como tope para tomar una decisión, que, a la vista de los acontecimientos, podría adelantarse con la disolución de la sociedad antes de esa fecha.
Cuatro caminos, también paralizado
En paralelo a la polémica de Chamartín, el Ayuntamiento de Madrid comunicó al consejo de la cooperativa Metropolitan, varios socios y dos miembros de la gestora Ibosa que el proyecto Metropolitan de Cuatro Caminos correrá la misma suerte que el apadrinado por el BBVA. La decisión municipal de limitar los planes urbanísticos atrapa a un centenar de cooperativistas, como avanzó Economía Digital.