Pablo Iglesias y Carolina Bescansa trasladan su juego de tronos a Galicia
Carolina Bescansa defiende su derecho a liderar Podemos entre críticas de compañeros de formación por su desconexión de la realidad y la política gallega
De momento no ha desvelado su estrategia, aunque Carolina Bescansa se ha estado dejando querer estos días por Santiago de Compostela, donde este martes podría desvelar finalmente si acepta el guante de Carmen Santos, la actual secretaria xeral, y opta a dirigir Podemos en Galicia.
Sin embargo, no todo han sido alabanzas y gestos de cariño. Desde su propia formación le han llovido críticas por tan siquiera plantearse esta posibilidad. El líder de la formación morada, Pablo Iglesias, con quien Bescansa –una de las fundadoras de Podemos– mantuvo un agrio enfrentamiento tras conocerse sus planes para descabezar al partido, se mostró sorprendido por este movimiento, sobre todo porque, recordó, Bescansa “lleva 20 años en Madrid”.
Iglesias y Bescansa llevan así su particular batalla por el trono desde Madrid hasta Galicia. La política compostelana sigue el ejemplo de Teresa Rodríguez en Andalucía y, fracasado su intento de tomar las riendas de la formación a nivel nacional, opta por hacerse fuerte en su feudo.
El feudo gallego
Al igual que hizo Iglesias, el que sería su rival en la contienda por el liderar la formación morada en Galicia, Antón Gómez-Reino, le echó en cara su desconexión de la realidad gallega, hasta el punto de que le dio la «bienvenida a Galicia y a la política gallega», además de advertirle de que “no es el tiempo de que nadie venga aquí a viejos debates ya cerrados”
El diputado de En Marea en el Congreso, más de la cuerda de Iglesias, cree que «Galicia no puede ser el retiro dorado ni el plan B de nadie«, a lo que Bescansa le respondió horas más tarde asegurando que «En Galicia hay mucho trabajo que hacer como para llamarle retiro dorado”. “No creo que esto dé para retirarse; hay mucho trabajo que hacer y mucha gente con ganas de hacer este trabajo”, apostilló.
Los imparciales
Quien no quiso meter baza en este asunto fue el portavoz de En Marea, Luis Villares, quien afirmó que mantendrá una posición de «neutralidad», antes de dejar una reflexión sobre la galleguidad de Bescansa, con unas declaraciones un tanto a la gallega: «Para poder dirigir una organización es necesario conocer el lugar donde esa organización tiene implantación y realiza su acción política», indicó, antes de añadir con cierta sorna que «Carolina Bescansa es de Santiago, hasta donde yo sé».
En la misma línea se mostró el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, quien no ha querido opinar sobre la “idoneidad” de Carolina Bescansa para liderar el partido en Galicia, aunque sí ha recordado que es diputada por Madrid y que hace meses hizo públicas sus aspiraciones para entrar en la política madrileña. «Es cierto que Carolina es diputada por Madrid. Es cierto que se postuló para ser diputada autonómica en la Asamblea de Madrid, pero los reglamentos de Podemos permiten que cualquier inscrito de Galicia se pueda presentar a secretario general«, señaló. Ahora está por ver si finalmente Bescansa se decide a dar el paso u opta por enterrar definitivamente el hacha de guerra.