Once años de Feijóo
Los números reflejan la evolución de la realidad de manera neutral; los de Feijóo dicen que su gestión ha sido un sonoro fracaso en la mayoría de ámbitos
Las preferencias personales tienen poco que ver con criterios objetivos. Cada uno ve la realidad en función del prisma que ha ido creando fruto de sus antecedentes, de su entorno y de su propia personalidad. Existen pruebas científicas que acreditan el funcionamiento irracional de la mente humana cuando se trata de discernir entre distintas opciones. Por eso son importantes los números, porque nos aportan la neutralidad que nuestro cerebro nos niega.
Veamos con números y de manera críptica cómo lo ha hecho Feijóo desde que asumió la presidencia de la Xunta en 2009. Aquí va una selección de, a mi juicio, las variables más significativas en la gestión de cualquier gobierno:
Peso económico de Galicia sobre España: de poco sirve comprobar si la economía gallega ha crecido o decrecido pues los ciclos económicos condicionarán la cifra absolutamente. Por eso debemos buscar la relación entre PIB gallego y español. Entre 2009 y 2019, el peso del PIB gallego sobre el español pasó del 5,27% al 5,08%, una pérdida significativa de 0,15 puntos en un decenio.
La población es otro dato trascendente, probablemente incluso de mayor relevancia que el PIB. Pues bien, en el mismo período de comparación, Galicia perdió 75.000 personas mientras que España ganó 733.000 con lo cual el peso demográfico de Galicia sobre el total español pasó del 5,97% al 5,72% entre 2009 y 2019.
La comparativa de puestos de trabajo sale aun más desfavorable para Feijóo y el PP en Galicia. En 2009, la población ocupada en Galicia suponía un 6,05% del total español mientras que a finales de 2019 ese índice se había precipitado hasta el 5,49%. Esta evolución simplemente terrible se debe a la pérdida de 46.000 puestos de trabajo en Galicia mientras España crecía en más de un millón de trabajadores.
El I+D es la primera clave de la competitividad territorial. ¿Cómo deja Feijóo la situación en Galicia a este respecto? Pues bien, en 2009 el gasto de I+D de Galicia representaba el 0,96% de su PIB, una cifra claramente insuficiente que tendría que crecer para acercarse a los estándares competitivos internacionales. Sin embargo, 2019 prácticamente nos muestra el mismo porcentaje, un 0,94% muy lejos de la media española, que es de un escaso 1,24%, de alguna Comunidad Autónoma como el País Vaso que eleva la cifra hasta el 1,96% de su PIB, o de la Unión Europea que alcanza el 2,12%.
El sector agroalimentario se ha revelado en los últimos años, y más tras la pandemia, como un eje de desarrollo clave por tres motivos: el incremento de la demanda por el crecimiento de las economías emergentes, el auge del consumo de proximidad por factores medioambientales y la eclosión de los llamados “alimentos funcionales” y de valor añadido. Galicia cuenta con una tradición agraria indudable que le permitiría haber aprovechado esa tendencia mundial. ¿Cómo deja Feijóo la situación del agro gallego? Por un lado, han sido once años de producción estancada con lo cual se ha perdido cuota en los mercados. Por otro lado, la superficie muestra un déficit que podríamos calificar de inusitado: si Galicia representa el 5,9% del total territorial de España, ¡la superficie agraria supone únicamente el 2,3%! ¿Cómo puede ser esto posible? Por la apuesta kamikaze del gobierno PP por el eucalipto: la superficie forestal gallega representa el 9% de la española.
¿Y cómo deja el gobierno saliente la sanidad gallega tras estos once años? Tomando dos índices que se nos antojan relevantes, se puede afirmar que los recursos sanitarios están en la media española: 3,6 camas por 100.000 habitantes en Galicia frente a las 3,4 camas de España; 11,85 facultativos por 100.000 habitantes en Galicia por los 11,57 de España. El gasto medio sanitario, reducido en España respecto a los principales países de la UE, es similar en Galicia también.
Turno de la educación en este repaso sintético de la situación de Galicia tras el paso de Feijóo (que puede tener continuidad a partir del 12 de julio si se cumplen los sondeos). Hemos tomado el gasto en educación, que asciende al 3,9% en Galicia frente al 4,1% en España, valores que se pueden considerar similares. En educadores, las profesoras y profesores gallegos representan el 5,5% del total español, mismo porcentaje que en el curso 2009-2010.
Terminamos con un vistazo también neutral a la cultura. En 2009, el presupuesto de la Consellería de Cultura e Deporte ascendía a 179 millones de euros. En 2019, el correspondiente a Cultura y Turismo es de 157 millones de los que 74 se destinan a promoción turística; así pues, para Cultura quedan los 83 millones restantes. Esto significa que entre 2009 y 2019, el ejecutivo de Feijóo redujo el presupuesto dedicado a Cultura en un 54% lo cual no deja dudas sobre la importancia que el PP concede a la estrategia y la difusión cultural.
Hasta aquí la comparación neutral. Que cada cual extraiga sus conclusiones. Tal vez le sirvan de inspiración a la hora de votar el domingo.