Ola de incendios: Galicia triplica en una noche las hectáreas quemadas
Galicia contabilizaba esta mañana once incendios forestales en Ourense que han calcinado casi 6.700 hectáreas y en los que se aprecia "intencionalidad"
El monte gallego vuelve a arder. Un total de once incendios forestales registrados en distintos municipios de la provincia de Ourense han calcinado casi 6.700 hectáreas de terreno. La voracidad de los fuegos se ha disparado durante la noche ya que en la tarde del domingo, el número de hectáreas calcinadas no llegaba a las 2.300, según los datos que ofrece la Consellería de Medio Rural.
Según la información remitida por el este departamento del Gobierno gallego, el incendio de Cualedro ya ha arrasado unas 800 hectáreas desde que se inicio contra las 3 de la tarde del pasado domingo. Para su control se han movilizado cuatro agentes, ocho brigadas, siete motobombas, cinco palas, seis helicópteros y cuatro aviones, junto a miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Incendios cercanos a núcleos urbanos
Hasta Cualedro se desplazó la pasada noche el conselleiro do Medio Rural, José González, quien en declaraciones a los medios evaluó como «complicada» la situación en el núcleo de Carzoá por el «viento cambiante» que se producía. Si bien «no hay daños personales», según aseguró, sí lamentó que un brigadista sufriese un golpe de calor y tuviese que ser atendido por servicios médicos: «Espero que se recupere cuanto antes».
En el municipio de Rairiz de Veiga, la «situación 2» por proximidad del fuego al núcleo de Guillamil, en la parroquia de Sabariz, ha quedado desactivada a lo largo de la noche. Este fuego, declarado a las 13.44 horas del domingo, ha calcinado 260 hectáreas y para su extinción se han movilizado siete agentes, 12 brigadas, 12 motobombas, dos palas y nueve aviones, además de la UME.
Sin embargo, los dos de mayor dimensión se registran en Vilariño de Conso y en Lobios, con unas 2.000 hectáreas quemadas. El primero, afecta a la parroquia de Sabuguido, donde trabajan nueve agentes, 18 brigadas, 10 motobombas, cuatro palas, 10 helicópteros y nueve aviones.
De Lobios a Chandrexa
El de Lobios permanece activo desde las 19.40 del sábado en la parroquia de Río Caldo, concretamente en el Parque Natural da Baixa Limia-Serra do Xurés. Para su extinción se han movilizado hasta el momento cinco agentes, 20 brigadas, seis motobombas, una pala, seis helicópteros, cinco aviones y efectivos de la UME.
En Vilar de Barrio, continúa activo el foco que desde las 11.52 horas del sábado ya afecta a 700 hectáreas la parroquia de Rebordechau. Para su control han trabajado 11 agentes, 33 brigadas, 17 motobombas, dos palas, 10 helicópteros y 14 aviones.
También sigue activo el fuego que afecta a Chandrexa de Queixa desde las 16.00 horas del domingo, concretamente a la parroquia de Queixa, donde ha calcinado unas 400 hectáreas. En A Gudiña, un incendio forestal en la parroquia de Pentes, activo desde la tarde del sábado, ha afectado a 150 hectáreas; y en Laza, otro que continúa activo desde las 20,29 del sábado, ha arrasado 60.
Además, cuentan con incendios forestales activos desde la madrugada desde este lunes los ayuntamientos de Manzaneda –parroquia de Cernado–, donde ya hay 100 hectáreas quemadas; y Vilardevós –parroquia de Vilar de Cervo–, con unas 80 arrasadas.
Por su parte, los dos fuegos registrados en el municipio de Maceda, en la parroquia de Castro de Escuadro, y que finalmente se habían unido en un único foco, ha quedado estabilizado pasada la medianoche de este lunes. Entre los dos, han quemado 130 hectáreas y en el lugar trabajan nueve agentes, 10 brigadas, 10 motobombas y tres palas.
Intencionalidad en los fuegos
Sobre la causa de los incendios, el conselleiro indicaba este domingo, en el marco de una visita a Cualedro, que todos los fuegos que estaba registrando Ourense «eran intencionados«. «Se hacen en un momento en el que se dice que va a haber lluvias y son incendios que se colocan en los sitios en los que saben que el viento va a provocar muchos daños«, explicó.
Por esto mismo, José González se dirigió a los incendiarios para advertirles de que la Xunta va a seguir «encima de ellos». «Tenemos muchos medios, mucha tecnología, y van a tener que pagar no solo con penas de cárcel, si se demuestra esa intencionalidad, sino con su patrimonio«, aseveró.
Asimismo, el conselleiro se dirigió a los ciudadanos para pedir que «echen una mano» a las autoridades. «Ya está bien, no se puede permitir esto. Tenemos que acabar con esta lacra de los incendiarios», finalizó.