No hay quien compre el chalé de Fraga
Dos años han pasado desde que sus herederos pusieron en venta la residencia de verano del expresidente de la Xunta, de la que ahora salen a la luz las primeras imágenes de su interior
Desde mayo de 2013 lleva a la venta el chalé que el expresidente de la Xunta Manuel Fraga tenía en la localidad coruñesa de Perbes, en el concello de Miño. Era su refugio, el lugar donde le gustaba pasar los veranos y disfrutar de la playa, que goza de acceso directo desde la finca.
Tras el fallecimiento de Don Manuel, los herederos decidieron ponerlo a la venta. El precio de salida era 1,8 millones de euros, pero ahora ha bajado. Piden por él 1.560.000 euros. Aún así, nadie se atreve a dar el paso. Quizá éste sea el motivo que ha impulsado a la inmobiliaria que lo comercializa a publicar las fotos del interior de la vivienda, hasta ahora prácticamente desconocido.
Aunque no se muestran imágenes de rincones como la biblioteca o el despacho, que sí solían aparecer en las informaciones que publicaban los medios de comunicación cuando Fraga recibía la visita de algún dirigente político, fuese este un conselleiro, un líder del Partido Popular o el vicepresidente de la Xunta por aquella época, un tal Mariano Rajoy que quizá les suene, el portal inmobiliario recoge estancias llamativas.
Jardín ‘enxebre’
Del exterior poco hay que destacar, aparte del enorme muro de piedra del país que flanquea los 4.000 metros de finca. El jardín guarda un cierto paralelismo con su vida: el gallego que vive fuera y se construye en su tierra una casa que demuestre su éxito y su amor a Galicia. Muestra de ello son elementos tradicionales como el hórreo o el cruceiro; las palmeras, muy comunes en las casas de los indianos o emigrantes ricos, e incluso la parra o la mesa redonda de piedra, muy típicas de pazos o casas solariegas.
La inmobiliaria que lo tiene a la venta califica el estado de la vivienda de «casi nuevo», y razón no les falta. El inmueble tuvo que ser prácticamente reconstruido en su totalidad después de que el 27 de mayo de 1988, el Exército Guerrilheiro hiciese volar por los aires buena parte de la edificación. El resultado es una peculiar combinación de elementos, como en el caso de la piedra de los balcones y las ventanas de PVC.
Interior con historia
El portal inmobiliario publica también fotos de la cocina, aunque lo realmente importante se cocinaba en otras estancias, como los salones o el despacho. Entre los muros de esta residencia estival se tomaron decisiones tan trascendentales para Galicia y España como la designación de Aznar en detrimento Isabel Tocino para ser candidato del PP a la Moncloa. Álvarez Cascos, Rato, Trillo y Lucas fueron los huéspedes de Don Manuel en aquella ocasión.
Cuestión de espacio
A la casa espacio no le falta. Tiene 900 metros cuadrados de superficie, siete dormitorios y seis cuartos de baño, entre otras estancias. Quizá demasiado grande y poco funcional como residencia de verano. El interior es ecléctico, sin estilo definido. Recargado, colorista y con una profusa mezcla de materiales y estilos.
Los objetos salpican todos los rincones, pero destacan las cornamentas. Fraga era un declarado amante a la caza. Quizá alguno de estos trofeos provenga de una cacería con el mismísimo Franco, con quien compartía esta afición. Tampoco faltan las obras de arte, originales o reproducciones de artistas de la talla de Franz Macke, un pintor expresionista alemán muy cotizado.
Chimeneas de piedra, muebles de madera y sofás vivamente tapizados chocan con metacrilatos, espejos y dorados, creando una peculiar atmósfera entre lo señorial, lo tradicional y lo moderno.
Siempre presente
El chalé de Fraga será conocido como tal lo compre quien lo compre. Han sido muchos los veranos y muchas también las vivencias que han compartido los vecinos de esta tranquila localidad con el que fuera presidente de la Xunta de Galicia, cuyos restos reposan desde 2012 en el cementerio de Perbes, a pocos metros de la que será para siempre la casa de verano de Don Manuel.