Medio PP gallego teme que Feijóo prepare un ‘dedazo’ para su sucesión
Frente a quienes pidieron un congreso, como Manuel Baltar o Diego Calvo, cargos próximos a Feijóo buscan un acuerdo para postergarlo y nombrar un presidente del partido por la vía del comité ejecutivo
Alberto Núñez Feijóo llegó a la sala de máquinas de Génova con el objetivo de ordenar y pacificar un partido convulsionado internamente por los cuestionamientos de su líder y por los enfrentamientos de Pablo Casado con los distintos territorios, especialmente con Madrid. Mientras el dirigente de Os Peares emprende ese viaje, que comenzó aparentemente con buen pie en el Congreso de Sevilla, el PP gallego parece ir en la otra dirección, acunando en silencio importantes discrepancias sobre la fórmula para relevar al todavía presidente de la Xunta.
La salud interna del partido, afectada por su propia etapa de transición, empieza a requerir que Feijóo y los pesos pesados del PPdeG clarifiquen el método para la sucesión. Sin que nada hayan especificado todavía, ya hay dos fórmulas sobre la mesa que diferentes dirigentes han publicitado. Manuel Baltar y Diego Calvo han pedido públicamente un congreso extraordinario, la fórmula que parece natural y previsible en las actuales circunstancias.
La fórmula que evita un congreso
Sin embargo, son muchos los cuadros populares que temen que no habrá cónclave, al menos de manera inmediata. La fórmula alternativa pasaría por reunir al comité ejecutivo del PPdeG para que designe directamente al nuevo presidente, una posibilidad que está recogida en los estatutos. A ella pareció apuntar Feijóo esta semana al asegurar que «el congreso» no es la única vía «democrática» para elegir a un sucesor. “Todo lo que dicen los estatutos de un partido democrático es democrático”, sentenció.
Esta alternativa, dicen las fuentes consultadas, requeriría de un cierto acuerdo entre la cúpula del partido y los barones territoriales para evitar erosionar demasiado la unidad del PPdeG, que hasta ahora orbitaba en torno a Núñez Feijóo. A priori, permitiría también que la persona encargada de tomar el relevo en la Xunta pudiera estar también al frente del partido, evitando bicefalias. Cargos del PP gallego consultados apuntan a que Alfonso Rueda o Miguel Tellado verían con buenos ojos esta fórmula, que postergaría el congreso pero blindaría el poder del sucesor.
Neviosismo en el partido
Sin embargo, otra parte del partido, explican las mismas fuentes, discrepa de este método, al que ven al menos dos problemas: la posibilidad de un dedazo de Feijóo para elegir a su sucesor o, al menos, para ponerle en una posición ventajosa frente a potenciales candidaturas alternativas; el que sea designado presidente , además, contará con amplios poderes en un partido presidencialista.
La discrepancia en torno a este modelo de sucesión evidencia, por un lado, que hay más de un candidato dispuesto a pelear por la presidencia del PPdeG y su candidatura a la presidencia de la Xunta; por otro, que Alfonso Rueda, la persona señalada por casi todos para culminar la legislatura al frente del Gobierno gallego, no genera el consenso suficiente como para evitar la disputa. No es casual que sean las provincias de Ourense y A Coruña, con un fuerte peso en los apoyos electorales que recibe el PP, las que reclamen un congreso a través de sus barones.
Pacto de la cúpula
Rueda, que ha agradecido las muestras de apoyo recibidas para liderar los dos años que quedan de legislatura, está apelando a la necesidad de un acuerdo respecto a la sucesión. «Lo vamos a hacer bien. Acordaremos entre todos y lo daremos a conocer«, dijo esta semana. Alude el también líder del PP de Pontevedra a un acuerdo en la cúpula sobre la sucesión de Feijóo que proteja al partido frente a posibles divisiones.