Madrid perjudica a la red pública de autobuses para beneficiar a la privada

El sistema de financiación de los autobuses, modificado por Ignacio González y Ana Botella el año pasado, hace que la EMT pierda 12 millones y premia a las compañías que ofrecen las rutas interurbanas

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Mientras los autobuses del área metropolitana de Madrid envejecen, multiplican sus averías y sufren incendios en verano, la red de autobuses interurbanos, que gestionan empresas privadas, renueva flota cada cuatro años con nuevas unidades. La doble realidad entre el empeoramiento del servicio público y la mejora del privado es otra de las consecuencias del gobierno de Ignacio González (PP) que modificó de forma sustancial la financiación histórica de los autobuses madrileños, de conformidad con el Ayuntamiento dirigido entonces por el gobierno de Ana Botella (PP).

Desde el año pasado, el Consorcio de Transportes de Madrid, que gestiona toda la red, paga kilómetro recorrido y no por viajero transportado. Un acuerdo firmado por el Consorcio Regional de Transporte con la EMT (la empresa pública que gestiona los autobuses de Madrid) y con el resto de compañías privadas como Avanza, Arriva o ALSA, modificó las condiciones de financiación. El nuevo sistema hace que las líneas con poco kilometraje dentro de Madrid puedan llegar a ser deficitarias mientras las de largo recorrido como las interurbanas sean mucho más rentables a pesar de que transportan pocos pasajeros.

El sistema ha ocasionado que el déficit y la deuda de la EMT se haya disparado los últimos años. La financiación diseñada por el equipo de Ignacio González hace inviable cubrir el déficit de la empresa pública, tal como reconoce la interventora del Ayuntamiento de Madrid, Beatriz Vigo en un informe del 4 de diciembre de 2014.

Doce millones menos

En 2013, antes de la modificación del convenio, la EMT recibió 452 millones de euros. Este año, con el nuevo sistema, la compañía recibirá 440 millones, una merma de 12 millones. Los sindicatos de la EMT y del Ayuntamiento han criticado el esquema que perjudica al ente público y han pedido un cambio de modelo.  

«El actual sistema pone en riesgo la viabilidad de la empresa. No se compran autobuses desde 2011 y hay unidades con más de 15 años en la calle. Por eso, cada vez son más frecuentes las averías y los incendios en verano. Este año tuvimos más incidencias que nunca», explican los portavoces del sindicato So.bas (Sindicato de Comisiones de Base) y miembros de la Plataforma por la Remunicipalización de los Servicios. La denuncia, también ha sido respaldada por Somos Sindicalistas, una agrupación surgida al calor del 15M y que ha conquistado posiciones en el Ayuntamiento de Madrid.

Sistema mixto

La Comunidad de Madrid niega que el sistema perjudique a la EMT para beneficiar a las privadas y asegura que el modelo financiero no fue impuesto, sino pactado con el Ayuntamiento dirigido entonces por Ana Botella (PP). La consejería de transportes asegura que el mecanismo de financiación intenta hacer viable las rutas interurbanas que, si no se aplicase este criterio, serían deficitarias. «El Consorcio de Transporte tiene una visión más global del servicio en toda la Comunidad y trabaja para garantizar un servicio en todas las poblaciones», aseguran desde la consejería.

El grupo de Ciudadanos, que permitió la investidura de Cristina Cifuentes como presidenta de la Comunidad, prepara una propuesta para modificar de forma radical el actual sistema. Ciudadanos asegura que no le parece justo ni equilibrado un mecanismo de financiación que ha perjudicado claramente a los autobuses y al servicio de la EMT. «Propondremos un modelo mixto de financiación. Que se compense a las empresas tanto por los pasajeros transportados como los kilómetros recorridos para obtener un sistema mucho más eficiente. De esta forma las empresas obtendrían recursos por las dos vías», explica Juan Rubio, diputado de Ciudadanos por la Comunidad de Madrid.

«También propondremos un plan para optimizar los costes en la gestión, sobre todo en la gestión de los cargos medios hacia arriba. El coste salarial de los trabajadores de base se debe mantener o –tal vez—debería aumentar, pero los costes operativos en la gestión de la empresa deben reducirse», propone el diputado de Ciudadanos, el partido clave para el sustento del actual gobierno de la Comunidad de Madrid.

El equipo de Cristina Cifuentes ni ha rechazado ni ha respaldado la petición de un nuevo modelo. Sólo se ha comprometido a estudiar nuevas propuestas. 

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