Los pisos turísticos acaparan el 40% de la oferta hotelera de Galicia
Estos alojamientos se multiplican en Galicia y ya ofrecen un total de 38.618 plazas, frente a las 55.277 de los establecimientos hoteleros
El fenómeno de los pisos turísticos avanza de forma imparable en Galicia. De la mano de plataformas como Airbnb, este tipo de alojamientos se ha ido abriendo un hueco en la comunidad hasta el punto de que ya casi igualan a la oferta hotelera. En el registro de la Xunta de Galicia ya figuran un total de 7.653 viviendas de uso turístico, con capacidad para albergar a 38.618 personas (unas cinco por piso). Representan ya un 70% de las 55.277 plazas que se despliegan a través de los 903 establecimientos hoteleros de la comunidad. De esta forma, de las 93.895 plazas con las que cuenta Galicia una vez sumados hoteles y pisos turísticos, estos últimos aportan ya el 41,1% del total.
La economía colaborativa ha dado alas a los pisos turísticos, que ya han logrado dar el sorpasso a otros alojamientos más convencionales. Gracias al impulso que han recibido en los últimos años, las viviendas de uso turístico ya superan con creces a las pensiones, que suman 21.562 plazas en la comunidad, los albergues (13.621), los apartamentos turísticos (9.827) o las casas rurales (7.014).
Santiago y la costa, su territorio
Este tipo de alojamientos han encontrado en los municipios costeros y las siete ciudades gallegas el lugar perfecto para crecer. Entre estas últimas, Santiago de Compostela brilla con luz propia. Solo en la capital gallega están censados un total de 512 establecimientos de este tipo, con capacidad para 2.377 personas. Son casi el doble que los 277 pisos turísticos de Vigo o los 258 de A Coruña y multiplican a los 102 de Pontevedra, los 84 de Ourense, los 65 de Lugo o los 34 de Ferrol.
Pero, pese a esta situación, Santiago no es el municipio gallego con más viviendas turísticas. Este cetro recae en una de las localidades turísticas por excelencia de las Rías Baixas: Sanxenxo. Solo en esta localidad pontevedresa están registrados un total de 1.535 establecimientos de este tipo. En ellos se pueden albergar 7.718 personas. Son casi la mitad del censo de este municipio de 17.000 habitantes. Al margen de Sanxenxo, otros municipios costeros también logran romper la barrera del centenar de pisos turísticos. Es el caso de O Grove, con un total de 251, Foz (243), Poio (192) o Carnota (161).
Vacío legal hasta hace dos años
La proliferación de este nuevo tipo de alojamientos, a los que se acusa de estar presionando al alza los precios del alquiler, cogió por sorpresa a las autoridades. Por este motivo, las viviendas de uso turístico se movieron en un limbo legal que se extendió durante años y que en el caso de Galicia tocó a su fin en mayo de 2017. Fue entonces cuando entró en vigor el decreto de la Xunta con el que se fijaron los requisitos para poder operar un alojamiento de este tipo.
Entre los puntos más destacados de la medida se incluía que el alquiler de estas viviendas no puede hacerse por habitaciones, que la duración máxima de la estancia sea de 30 días y que no pueden estar operativos durante más de tres meses al años. A ello se sumaba la posibilidad de denegar el permiso en el caso de que las comunidades de vecinos así lo estableciesen. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se plantó ante estas restricciones y presentó un recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) para solicitar la derogación de algunos de los puntos más polémicos. Pero el regulador no logró imponerse en su pulso ante la Xunta. Y es que la Justicia avaló la normativa autonómica al rechazar todos los puntos de la reclamación de Competencia, dejando vía libre para una normativa que, desde entonces, rige la actividad de los pisos turísticos en Galicia.