Los nazis de Sofindus: la historia detrás de la leyenda de Monte Neme

Santa Tecla, una de las dos empresas creadas en Galicia por responsables del Reich alemán, comenzó a explotar el wolframio de Monte Neme

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Pocos influencers que estos días se retratan a orillas de las aguas turquesa de la mina de Monte Neme habrán reparado en ello. Pero ese yacimiento abandonado de wolframio esconde algo más que leyendas de la fiebre del oro negro que sacudió Galicia tras la Guerra Civil. El wolframio era un mineral estratégico de primer orden durante la Segunda Guerra Mundial: en aleación con el acero, elevaba el punto de fusión de éste, permitiendo una mayor capacidad de perforación a todo tipo de proyectiles. El régimen nazi lo sabía muy bien. Y también era consciente de su escasez. Por eso llegó a Galicia. Y a Monte Neme.

Lo cuenta Xoán Carmona Badía, catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidade de Santiago, en el libro El empeño industrial de Galicia. 250 años de historia, editado por la Fundación Barrié de la Maza. El interés alemán por las minas de wolframio gallegas data de los primeros meses de la Guerra Civil, y se explicita en octubre de 1938 con la constitución de dos empresas dedicadas a la explotación del mineral. Una de ellas es la Sociedad Anónima de Estudios y Explotaciones Mineras Santa Tecla, creada en Vigo con un capital de 12 millones de las extintas pesetas, que incluía en su activo varios cotos mineros en la provincia de A Coruña, hasta entonces prácticamente inexplorados.

Los hombres de Goering en Galicia

La segunda sociedad fue Montes de Galicia, creada dos semanas después en Ourense. Xoán Carmona, uno de los mayores estudiosos del pasado empresarial de Galicia, señala que «en Santa Tecla aparece uno de los gerentes de la empresa alemana Montana; Miguel Correa Arizmendi, y el propio responsable de los asuntos mineros del Reich en nuestro país, Wilhelm Pasch. En Montes de Galicia, la más importante, figura nada menos que Johannes Bernhardt, fundador de HISMA (precursora de Sofindus), la empresa creada por el aparato nazi para canalizar los envíos de alimentos y materias primas españolas hacia su país, y el hombre de Goering en España». 

Santa Tecla y Monte Neme

Xoán Carmona relata que «Santa Tecla se orientó pronto a una zona de nula tradición en esta minería, como era la de Carballo, donde adquirió varios grupos mineros, en unos casos directamente y en otros a través de terceros». Y prosigue el relato al describir que «Santa Tecla, que había explotado en régimen de arrendamiento las minas de Monte Neme durante los años 1939 y 1940, habiendo realizado importantes inversiones en ellas, las abandonó en realidad en 1941, de forma que en su mayor parte las explotaciones del importante grupo minero de Bergantiños pasaron a otro sistema minero menos formal». Se refiere Carmona a la explotación irregular del wolframino. A la minería de ocasión.

La alianza con el médico Pedro Abelenda

En El empeño industrial de Galicia. 250 años de historia, también figura otro nombre propio local que ayuda a entender el pasado de Monte Neme. Y está unido al de Santa Tecla. Se trata del médico de Carballo Pedro Abelenda, «concesionario de la mayor parte de las minas de Monte Neme», dice Carmona. Santa Tecla y Abelenda formaron así una alianza, uno como arrendatario y otro como concesionario.

Fueron precisamente los «aventureros», estraperlistas que vendías por debajo del precio oficial, expulsados de Monte Neme, «los que buscando en zonas cercanas descubrieron a principios de 1942 la zona minera de Santa Comba-Barilongo (18 kilómetros al sur de Monte Neme), que se convertiría en los dos años siguientes en la principal zona de producción de wolframio de España».

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