Los intocables de Alberto Núñez Feijóo

Cuando en España estaba de moda el concepto de rizoma, que en realidad viene de los años setenta, en Galicia alguien enunció la teoría de los círculos para describir los grados de proximidad con Alberto Núñez Feijóo y la manera en la que se transmite la información desde el despacho del presidente de la Xunta al resto de sus correligionarios. En el primer círculo estarían un puñado de personas de la máxima confianza del dirigente gallego; luego los conselleiros más allegados; en el tercer nivel, su gabinete; y después los presidentes provinciales del PP.

A diferencia del rizoma, una estructura no jerárquica y sin centro en la que todos los elementos se influyen entre sí, la toma de decisiones en el universo de Feijóo tiene como base un pequeño grupo de personas, ahora conocido como el núcleo duro del presidente.

Seguramente la más conocida de este espacio sea Mar Sánchez Sierra, que más allá del cargo de secretaria xeral de medios en la Xunta desde 2013, acompañó al líder de los populares gallegos durante casi toda su trayectoria, desde su etapa como vicepresidente y secretario general del Servizo Galego de Saúde, donde coincidieron por primera vez, hasta la reunión en Génova que puso fecha de caducidad a la etapa de Pablo Casado al frente del PP.

Con la victoria de Feijóo en las elecciones de 2009, Mar Sánchez se convierte en directora general de comunicación de la Xunta hasta su nombramiento, cuatro años después, como secretaria xeral de medios. Es una de las personas clave en la construcción de la imagen del presidente gallego.

Feijóo pierde a uno de sus ‘arquitectos’

En una década en el salón de mandos de San Caetano, Feijóo siempre tuvo el mismo jefe de gabinete, Álvaro Pérez López, coruñés licenciado en derecho y de primer consejero del presidente cuando se trata de asuntos legales. Diputado autonómico entre 2012 y 2020, ese año cambió también sus funciones en la Xunta, al ser nombrado secretario xeral de Presidencia en sustitución de Manuel Galdo.

Otra periodista, Marta Varela, también trabaja con Feijóo desde 2009, cuando comenzó a ejercer de asesora del dirigente gallego. No debió hacerlo mal, pues cuatro años después se convirtió en responsable de comunicación de Presidencia y, en 2020, ascendió a directora del gabinete.

El llamado núcleo duro tenía a uno de sus pilares en el ourensano Lucas Martinón, otra de los pinceles que dibujó la imagen del presidente y a quien se le atribuye buena parte de su argumentario y de sus discursos durante una década. Tras 16 años como uno de los hombres de confianza de Feijóo, decidió dejar su puesto y emprender un nuevo proyecto ligado a la comunicación, pero al margen de la política, según trasladó la Xunta. A Martinón se le atribuye también un papel clave en la campaña de 2009, en la que Feijóo logró desbancar con un discurso durísimo al bipartito formado por PSOE y BNG cuando tenía todo en contra.

Dos conselleiros clave

Otras dos personas clave para el presidente de la Xunta son sus dos vicepresidentes: Alfonso Rueda y Francisco Conde. El primero fue su número dos durante toda su trayectoria y en el partido se da por hecho que será el señalado por Feijóo para relevarlo en el cargo una vez que coja el tren a Madrid para liderar el PP. En su momento secretario general de los populares gallegos y ahora presidente del PP de Pontevedra, ejerce como vicepresidente de la Xunta desde el año 2012. Licenciado en derecho, en la provincia pontevedresa tiene un serio problema por la fortaleza del PSOE de Abel Caballero y por la división en las filas populares, evidenciada en el último congreso, sin embargo, no por ello perdió un ápice de la confianza de Feijóo.

Rueda es, junto a Rosa Quintana, conselleira do Mar, el único que ha permanecido durante los últimos 12 años en el Consello da Xunta

Aunque llegó más tarde al gabinete de la Xunta, Francisco Conde ejerció desde el primer mandato de Feijóo como asesor en materia económica, cuando ocupaba el cargo de conselleiro Javier Guerra. En la segunda legislatura, en 2013, se convirtió en conselleiro de Economía, puesto que sigue ocupando aunque, desde las últimas elecciones, como vicepresidente segundo.

El ‘lobby’ de Feijóo en el PP

Más complejo es rastrear estas relaciones fuera de Galicia, a pesar de la vocación de Feijóo de acudir a campañas electorales y actos de sus compañeros de partido en otros territorios. Más allá del amplio respaldo que muestran los barones a la candidatura del dirigente gallego para presidir el PP, sus dos fieles en las batallas internas del partido fueron hasta ahora Alfonso Fernández Mañueco y Juan Manuel Moreno Bonilla, presidentes de Castilla y León y Andalucía.

Los tres conformaban un grupo crítico con la deriva de Pablo Casado hacia un discurso más radical para competir con Vox y también contra lo que consideraban injerencias del dimitido número dos de Génova, Teodoro García Egea. En ese núcleo, junto a otros barones, se empezó a forjar la caída de Casado en cuanto se produjo el enfrentamiento público con Isabel Díaz Ayuso.