Los expertos rechazan que la renta básica que quiere Podemos se pueda aplicar
Las críticas se centran en el tipo único del IRPF del 49%, aunque se admite el problema de desigualdad que existe en España
Podemos, la formación que lidera Pablo Iglesias, está revolucionando toda la política española. Existen criterios diferentes a la hora de enfrentarse a esta fuerza política, que justo ahora se está organizando por todo el territorio español. Pero la atracción de algunas de sus medidas obliga al conjunto de actores económicos y políticos a ofrecer respuestas y alternativas. Una de ellas es la renta básica.
En las elecciones europeas, Podemos defendió una propuesta muy concreta, que se basa en los estudios y cálculos que un grupo de profesores de economía, entorno a la Red de Renta Básica, llevan elaborando desde hace años. Aunque recientemente esa propuesta se ha diluido, tras el programa presentado por los economistas Juan Torres y Vicenç Navarro, serán los militantes de Podemos lo que adopten la última palabra.
Y la renta básica que se ha perfilado con más detalle parte de una reforma del IRPF, para aplicar un tipo único del 49%, para rentas del trabajo y del capital que los expertos no acaban de ver.
Los cotizantes «no se están quietos» si hay más presión fiscal
Según esa propuesta fiscal, trabajada por los economistas Jordi Arcarons, Daniel Raventós y Jordi Torrens, el trasvase interno entre rentas alcanzaría los 35.000 millones de euros. Con ello se aseguraría una renta básica de 625 euros al mes, tanto para los que cotizan como para las clases pasivas.
Francisco de la Torre, inspector fiscal, autor del libro ¿Hacienda somos todos?, parte de una premisa que todos los expertos consultados comparten: «la desigualdad en España ha aumentado, y algo se debe hacer, aunque para mí se debe al tipo de ajuste que han aplicado las empresas en todo este tiempo que dura la crisis económica», asegura.
Pero entiende De la Torre que la fórmula escogida para paliar esa situación no es la adecuada. «Se podría entender que si se sube la carga impositiva se recaudará más, para poder ofrecer esa renta básica, pero lo que ocurre es que la gente no se queda quieta, y podría suceder que hubiera una huida hacia el trabajo en negro, para no pagar más impuestos», asegura. Otro factor es que «mucha gente no entendería que por no hacer nada se cobrara un salario, cuando uno está trabajando por otro sólo algo más alto».
Distribución de renta entre clases medias y bajas
Para este inspector fiscal la única solución es «recaudar más», pero gracias a una mayor actividad económica. En ese momento, «el Gobierno podría plantearse nuevas medidas de gasto, pero no antes», asegura De la Torre. La idea sería «implantar una renta limitada». A su juicio, si Podemos quisiera con esa medida incentivar la demanda, «creo que lo que lograría es todo lo contrario, porque a las clases medias les quedaría menos dinero, tras un aumento de impuestos».
José Maria Mollinedo, el secretario general de Gestha, el sindicato de los técnicos de Hacienda, cree que «no es la mejor medida para reducir la desigualdad». Entiende que «el tipo único del IRPF no es progresivo, como marca la Constitución que debe ser el sistema fiscal», aunque «sí se pueda producir el efecto redistributivo con la renta básica».
La mayoría, por debajo de los 30.000 euros de ingresos
El problema, a su juicio, es que el trasvase de rentas «sería entre rentas de la clase media a las que no tienen recursos, y dentro de las propias clases medias». Es decir, dada la estructura fiscal de España, sería una distribución de renta que no tocaría a las clases más pudientes. ¿Por qué? Mollinedo explica que el 80% de la recaudación total del sistema impositivo viene dada por las rentas del trabajo, y que el 85% de las declaraciones de la renta son por ingresos por debajo a los 30.000 euros. Y sólo el 4% de las declaraciones son por ingresos mayores de 60.000 euros.
Es decir, «el problema es el fraude fiscal», algo que los profesores citados no dejan de lado. Pero para Mollinedo, antes de plantearse una renta básica, se debe atacar el fraude fiscal.
Una cuestión de orden público, en última instancia
El economista Santiago Niño Becerra, en cambio, defiende la medida, sin entrar en las concreciones. Para este catedrático de Estructura Económica, lo que plantea la renta básica que defiende Podemos es que el modelo productivo español no ofrecerá muchas oportunidades laborales de futuro.
«España puede que se esté recuperando según lo que se entienda por recuperación; pero también está arrastrando una creciente masa de personas que no se puede ocupar, y una masa de personas con rentas congeladas que generan cotizaciones sociales a la baja y pagan importes fiscales a la baja. El trabajo cada vez vale menos, y lo que ocurre es que hay un exceso de oferta de trabajo, su precio desciende, el paro estructural aumenta, el coyuntural puede descender pero se trabajan menos horas, con lo que se está repartiendo el escaso trabajo existente. Por tanto, se estructurará como sea, se organizará como sea, se denominará como sea, pero es ineludible que debe existir una renta básica, aunque sea meramente por una mera cuestión de orden público», asegura.
La cultura económica debería cambiar
Para López-Casasnovas la aplicación sería muy complicada, y asegura que a él, personalmente, no le gustaría tener «la responsabilidad» de implementarla. Pero sí admite que se podría caminar hacia el pago de rentas mínimas, como ya sucede en la actualidad, ante el crecimiento de la desigualdad.