Los expertos alertan del verano gallego: “Habrá que moderar el consumo de agua”
Las `mesas de la sequía´, tanto de la demarcación Galicia-Costa como la del Miño-Sol, están en nivel de prealerta
Moderar el consumo de agua tanto desde el punto de vista individual como por parte de las instituciones públicas en Galicia. Es la recomendación de los técnicos tanto de la Xunta como de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. Se prevé un verano seco y las precipitaciones de este mes de junio están resultando “insuficientes” para rebajar el estrés del sistema hídrico.
Las mesas de la sequía, tanto de la demarcación Galicia-Costa como la de Miño-Sil, mantienen sus niveles de prealerta, con situaciones incluso más preocupantes en determinadas zonas, como en la cuenca del río Cabe, un afluente del Sil que baña municipios del sur de la provincia de Lugo, como Monforte, O Incio, Pantón o Sober.
Los caudales en junio, a niveles de agosto
La Oficina Técnica de la Sequía de la Xunta de Galicia ha confirmado, en su última reunión (del pasado 8 de junio), que se mantiene la situación de prealerta en la demarcación Galicia-Costa, donde el caudal medio de los ríos está un 46% por debajo de los valores habituales y donde, en el mes de mayo, se ha mantenido la tendencia de valores de precipitación inferiores a los promedios históricos. Con todo, el nivel de ocupación de los embalses se mantiene en porcentajes en torno al 90% o superiores incluso.
En declaraciones a Europa Press, la directora de Augas de Galicia, Teresa Gutiérrez, ha señalado que los problemas de escasez de agua pueden tener origen en varios factores, además de los climáticos, como las captaciones, las infraestructuras de regulación, o los sistemas de abastecimiento de cada territorio. Por ejemplo, no es el mismo escenario el de un municipio que se suministra desde un embalse al de otro que depende de pozos o manantiales, que «no se recargan si no llueve de forma abundante y sostenida».
«En Galicia-Costa no hay síntomas de escasez para abastecer agua, pero estamos a principios de junio y tenemos niveles en los caudales de los ríos como si estuviésemos en agosto«, ha alertado, y ha recordado que, salvo el mes de marzo, las precipitaciones desde el inicio de 2022 han sido prácticamente inexistentes.
“Situación preocupante”
Así, Teresa Gutiérrez ha reconocido que «la situación es preocupante» porque «no se sabe si los caudales se van a recargar» y por eso «hay que gestionar, hacer un uso moderado del agua». Al respecto, ha apelado a la responsabilidad individual y también de los ayuntamientos, muchos de los cuales (algo más de un centenar en Galicia) están tramitando o tienen ya sus planes de emergencia ante la sequía.
Tras recordar medidas de ahorro por parte de los municipios, como restringir el baldeo de calles, los riegos o el caudal de fuentes, ha subrayado que, en el actual contexto de cambio climático, y con previsiones que hablan de un verano seco «dentro de un año que ya está siendo seco», «hay que ser prudentes individual y colectivamente«.
Nivel de ocupación de embalses, casi 20 puntos por debajo
En la misma línea, el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, José Antonio Quiroga, ha reconocido que el actual panorama, de «año pluviométrico anómalo», debe abordarse «sin dramatismo», pero «con cierta preocupación responsable».
En esta demarcación, los datos de precipitaciones reflejan la mitad de los valores del año pasado y el nivel de ocupación de los embalses está casi 20 puntos por debajo del de 2021 (en el 54%, frente al 70% del año pasado). Con todo, «la situación de la cuenca se define como de normalidad en Miño Alto, Miño Medio y Medio Bajo, de prealerta en el Sil y el Limia, y de alerta en la cuenca del Cabe», informó Quiroga el pasado 3 de junio, tras la reunión de la mesa de la sequía.
La lluvia de los primeros días de junio ha sido «bienvenida» pero, ha matizado, «no supone un gran aporte o solución para los recursos hídricos.
Alerta en los ayuntamientos
Los municipios gallegos, especialmente los de territorios como A Limia, ven con preocupación la llegada del verano, ante las previsiones que apuntan a escasas lluvias y, aunque muchos han asegurado que ya se están tomando medidas de ahorro y no se prevén restricciones, otros ayuntamientos reconocen que la época estival y el crecimiento exponencial de la población por los visitantes foráneos, puede poner en riesgo un normal abastecimiento.
Desde la Federación Galega de Municipios y Provincias (FEGAMP), su presidente, Alberto Varela, ha confirmado que este organismo está pendiente de mantener una reunión con la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade para recibir información detallada de la situación de las demarcaciones hidrográficas.
Con todo, ha señalado que «si es necesario hacer un llamamiento conjunto a la ciudadanía» para hacer un consumo moderado del recurso, «se hará por responsabilidad». Asimismo, Varela ha confirmado que, a nivel interno, la FEGAMP ha recibido las «reflexiones» de varios alcaldes que han trasladado su preocupación por la sequía.
Municipios como Sandiás o Parada de Sil han hecho públicos bandos para apelar a la responsabilidad de los vecinos, y donde se contemplan medidas como la prohibición de usar agua de la traída para el riego doméstico o lavado de vehículos.