Los empresarios, como Rivera, apelan a que Rajoy se una al consenso de la Transición
Entienden que para recuperar aquel espíritu se requiere "dialogar, negociar y pactar sin exclusiones"
La primera reflexión del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, tras firmar el pacto por el que la formación emergente votará a favor de la investidura del líder del PSOE Pedro Sánchez, fue acordarse nuevamente de la figura de Adolfo Suárez para, como ocurrió hace 40 años, ahora España inicie la segunda transición. «Nos toca sentar las bases de otros 40 años de justicia, prosperidad y unión», sentenciaba.
Algo en lo que Rivera coincidía con las asociaciones empresariales firmantes del documento Por un Gobierno estable. El turno de la política, en el que, en su primer párrafo, los empresarios se referían al hecho de que «la complejidad resultante de las elecciones deberíamos verla como una oportunidad para recuperar el espíritu de consenso que presidió la Transición hace cuarenta años».
Interpretación correcta de los resultados electorales
Y, en ese sentido, hacían un llamamiento para que «los representantes que hemos elegido interpreten correctamente los resultados y dialoguen, negocien y pacten sin exclusiones». De lo contrario, lamentaban que «la convocatoria de unas nuevas elecciones constituiría un fracaso incomprensible de nuestra política».
Los empresarios no hablaban de nombres ni de siglas a la hora de buscar ese consenso, pero Rivera sí lo ha hecho. Al menos de manera velada, al pedir al PP «voluntad política» para sumarse al pacto y hacer posible el gobierno del socialista Pedro Sánchez. «Todo esto no lo podemos hacer solos. Necesitamos a más partidos», decía el presidente de Ciudadanos.
Presión para la abstención del PP, dentro y fuera
Rivera lanzaba el guante a Mariano Rajoy para que, si el PP no vota a favor de Sánchez en la primera votación de la próxima semana –algo evidente–, sí al menos se abstenga en la segunda.
En el seno del Partido Popular, la presión para que esto suceda va en aumento. Y empiezan a surgir voces entre sus dirigentes que abogan por acabar absteniéndose, y evitar así ir a unas elecciones en las que las perspectivas de obtener unos resultados, mejores que los del 20D, empiezan a ser cada vez menores. O, lo que es peor, abrir la posibilidad de que Podemos pueda llegar al Gobierno.