Los concejales críticos intentan echar a Jácome de su propio partido
Los díscolos de Democracia Ourensana presentan un escrito para expulsar del partido al alcalde de Ourense, que lo tilda de “desbarre de indocumentados”
Los concejales críticos de Democracia Ourensana abren un nuevo frente contra Gonzalo Pérez Jácome. Han presentado un escrito en el Concello para solicitar la expulsión del partido del alcalde de la ciudad, de manera que sea considerado un edil no adscrito.
El documento impulsado por Miguel Caride, Manuel Álvarez, María del Mar Fernández Dibuja y María Teresa Rodríguez esgrime como razones de la expulsión la «inadecuada, exclusiva y opaca gestión de las dotaciones económicas del Ayuntamiento al grupo municipal»; la «exigencia de donaciones al personal eventual adscrito al grupo municipal«; y la «decisión unilateral de romper el pacto de gobierno suscrito con el Partido Popular y retirar las competencias a dos concejales sin acuerdo previo con el conjunto de Democracia Ourensana».
Los críticos también han comunicado por carta al regidor y presidente de DO la decisión de echarlo del partido que él mismo fundó.
Jácome: “El colmo del surrealismo”
Jácome ha replicado a través de un comunicado en el que critica que «personas ajenas a DO dicen solicitar» la expulsión de «su presidente», el «colmo del surrealismo» que «muestra la fiabilidad que tienen los tránsfugas». «Todas sus acusaciones y reivindicaciones tienen un alto grado de desatino», afirma.
El regidor traslada que la formación «confirma que los legítimos representantes de DO, en Ayuntamiento y Diputación, son Gonzalo Jácome y Armando Ojea, respectivamente», retirándoles a los díscolos «representatividad alguna».
Jácome recuerda que el viernes, DO procedió a la «suspensión cautelar de sus funciones como vicepresidente y miembro» del partido a Manuel Álvarez, a la vez que le presentó «un expediente disciplinario que podría conllevar la expulsión definitiva» por «sus declaraciones y recientes acciones».
Un grupo de “tránsfugas”
Del mismo modo, el regidor, que menosprecia hasta en dos ocasiones la profesionalidad como abogado de Miguel Caride, también denuncia la «usurpación» de la «identidad corporativa» de DO –nombre y logo– al emplearla los críticos en sus «cartas reivindicativas».
«Es lo más insólito que se ha visto en tiempo en la política española, que un grupo de tránsfugas se intenten adueñar de forma particular de un partido al que no pertenecen, y haciéndolo tras tomar provecho de los votos recibidos por dicho partido», critica.
También asegura que, «como los tránsfugas se han quedado sin competencias, al no tener trabajo se dedican a fabular con notas de prensa cuya realidad solo existe en sus cabezas, buscando además entorpecer la labor diaria».
Para concluir, el alcalde subraya que no atenderá «las acciones desesperadas de quienes han medido mal sus pasos en una trama»: «Mi obligación como alcalde es seguir trabajando y perder el menor tiempo posible con desbarres de indocumentados», resuelve.