Los comuneros celebran y PSOE y BNG piden dimisiones tras el palo judicial al Celta
La Comunidad Montes de Tameiga felicita a los vecinos por no haber cedido "a las amenazas, insultos y a la campaña de hostigamiento" de la alcaldesa
Todo apunta a que la resolución del Juzgado de lo Contencioso número 3 de Pontevedra, que obliga a revisar la licencia de obra de la ciudad deportiva del Celta de Vigo en Mos y anula la de los vestuarios y servicios auxiliares, traerá cola. De hecho, ya lo está haciendo, en forma de reproches y peticiones de dimisión contra la alcaldesa que impulsó el desarrollo urbanístico, Nidia Arévalo.
El club que preside Carlos Mouriño impulsó la infraestructura entre amenazas de llevarse al equipo de Vigo, en una de los periódicos encontronazos que mantiene con el alcalde de la ciudad, el socialista Abel Caballero. En ese lance encontró refugio en el municipio limítrofe de Mos, gobernado por el PP. Alberto Núñez Feijóo acudió a la inauguración de un equipamiento que generó las protestas de los comuneros y que la justicia pone ahora en jaque.
«Amenazas, insultos y campaña de hostigamiento»
La Comunidad Montes de Tameiga, que lleva años oponiéndose al proyecto, ha mostrado su «satisfacción» por el fallo de la jueza, que estima el recurso que presentaron contra los acuerdos de junta de gobierno que desembocaron en la concesión de las licencias.
A su juicio, la ciudad deportiva del club celeste «carece de cobertura legal», ya que el Plan Especial de Infraestructuras que el gobierno local presidido por Nidia Arévalo «intentaba tramitar de modo ‘exprés'» fue informado desfavorablemente por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil.
La entidad ha felicitado a todos los vecinos por sus «tres años de lucha», y por no haber cedido «a las amenazas, insultos y a la campaña de hostigamiento» llevada a cabo por la regidora, «principal promotora de este despropósito urbanístico».
Finalmente, ha trasladado su deseo de que esta sentencia sirva de ejemplo «para todos aquellos que, desde las administraciones, se piensan que pueden obrar por encima de la ley, y a las empresas que operan con tan malas prácticas como las del presidente del Celta, Carlos Mouriño».
La licencia exprés de Mos
El juzgado determinó que las obras realizadas no se corresponden con unas meras instalaciones deportivas al aire libre, sino que son equipamientos deportivos privados, y de mayor entidad, por lo que su construcción no puede hacerse con una simple licencia municipal directa. En concreto, señala a la necesidad de un Plan Especial de Dotaciones e Infraestructuras, que no se hizo.
Aunque la resolución judicial va a ser recurrida por el Celta, según anunció el club que preside Carlos Mouriño, tanto PSOE como BNG piden responsabilidades políticas. Los socialistas han pedido la dimisión de la alcaldesa del PP, que, “en su obsesión, se ha llevado a tres concejales de urbanismo por delante y ha arrastrado al presidente de la Xunta a una inauguración escandalosa», ha señalado la portavoz socialista, Victoria Alonso.
La portavoz socialista ha apuntado que lo ocurrido con las dos licencias «exprés» ha sido «una crónica judicial anunciada» y ha anunciado que no descarta acudir a la Fiscalía «para que impulse un procedimiento penal contra Arévalo», además de estar preparando una denuncia «por la afección de los campos de fútbol y los vestuarios a los sistemas de abastecimiento de agua vecinal». Finalmente, ha criticado la inauguración de las instalaciones del Celta, «tristemente encabezada» por Alberto Núñez Feijóo, que fue «involucrado en un asunto muy feo», y ha denunciado que el Ayuntamiento de Mos también tuvo la «desvergüenza» de organizar varios actos en esas instalaciones «irregulares».
Dinero público para «los promotores del pelotazo»
El BNG también se ha sumado a las críticas y ha pedido la renuncia de Nidia Arévalo, al tiempo que apuntado que la sentencia no les ha «pillado por sorpresa». «Con la normativa vigente no era posible construir todas las edificaciones proyectadas, pero Nidia Arévalo no solo lo permitió, sino que lo promovió cuando sabía que era algo totalmente irregular», ha criticado la formación nacionalista.
Asimismo, han lamentado que el gobierno local vaya a recurrir y gastar dinero público «para defender a los promotores del pelotazo y atacar a los vecinos que luchan por el monte y por agua». «La construcción de la ciudad deportiva del Celta es fruto de la megalomanía de Carlos Mouriño y Nidia Arévalo», según el BNG, que ha pedido a la regidora que «acate la sentencia» para intentar «minimizar» los daños de esa actuación.