Las víctimas del juego exigen el fin de las loterías públicas
Desde Acencas se advierte de las adicciones que genera el bombardeo publicitario de los juegos y apuestas del Estado y de la Generalitat
Si hay juegos de azar, que los exploten las empresas privadas, nunca las administraciones públicas. Así piensa Francesc Perandreu, presidente de Acencas, la principal asociación catalana de víctimas del juego. Pereandreu argumenta que las empresas privadas están sujetas a unas normativas más estrictas que las administraciones públicas, que publicitan sus juegos de azar sin ninguna restricción y sin tener en cuenta que generan peligrosas adicciones.
«Si los empresarios de los bingos y de las máquinas tragaperras no pueden anunciarse dónde quieran, porque se nos está bombardeando con el Gordo de Navidad o con las loterías de la Generalitat», se pregunta Perandreu. Desde la Asociación Centro Catalán de Adicciones Sociales (Acencas) se exige la privatización de todos los organismos públicos que impulsan juegos de azar, empezando por la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (Selae) y por la Entidad Autónoma de Juegos y Apuestas (EAJA) de Cataluña. Si se privatizaran, Perandreu considera que sus loterías y apuestas estarían sujetas a un mayor control, especialmente por lo que se refiere a la publicidad.
Las súplicas de las asociaciones de víctimas del juego suelen caer en saco roto. En 2011, en plena crisis económica, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se planteó privatizar un 30% de la sociedad que explota las loterías y apuestas del Estado. Nunca lo hizo. El gobierno de Mariano Rajoy tampoco está por la faena de acabar con esta gallina de los huevos de oro. Recientemente, Inmaculada García Martínez, presidenta de Selae, declaró a ABC que no está en los planes del actual ejecutivo la privatización, ni total ni parcialmente.
La Generalitat lanza más sorteos
Por su parte, la Generalitat está lanzando nuevas loterías –la última, un sorteo especial por Sant Jordi- y ampliando su oferta de juegos de azar. «Si no juegas a la Grossa, parece que no eres patriota», señala Perandreu. En su opinión, la administración catalana abusa de las campañas publicitarias de sus juegos.
Acencas presentará alegaciones contra el cambio de la normativa de loterías instantáneas que prepara la Generalitat para llevar el rasca-rasca a los teléfonos móviles. Perandreu advierte que las apuestas por móvil son «extremadamente adictivas»: no es necesario ir al estanco, ni bajar al bar porque «desde tu casa, estando en pijama, puedes apostar durante las 24 horas del día». En estos juegos de azar nunca se baja la persiana. Además, sus usuarios no pagan con dinero en efectivo, sino que se cargan los importes en su tarjeta de crédito. El riesgo de endeudarse es evidente. En España hay unas 100.000 víctimas del juego, según un reciente estudio de la Universidad Carlos III de Madrid.
La próxima semana, Acencas pedirá amparo al parlamento catalán porque la Generalitat todavía no ha constituido una mesa para analizar las adicciones a las nuevas tecnologías. La cámara catalana instó al departamento de Salud, que lidera Toni Comín, para que creara esta mesa, pero ha transcurrido el plazo estipulado sin que se haya puesto manos a la obra.